Samsung quiere cambiar las reglas con el nuevo Galaxy S25 Edge: experiencia con el móvil tras varias semanas de uso
El nuevo teléfono de Samsung puede marcar un antes y un después

Así es el nuevo Galaxy S25 Edge. / Cadena SER

Madrid
Los teléfonos móviles de gama alta suelen caracterizarse por ser bastante grandes en lo que a dimensiones se refiere y más pesados de lo que a muchos les gustaría. Mientras que el iPhone 16 Pro Max de Apple pesa 227 gramos, el Samsung Galaxy S25 Ultra tiene un peso de 218 gramos. El problema es que no a todo el mundo le gusta llevar terminales tan grandes y pesados en el bolsillo, por lo que son cada vez más las personas que buscan en el mercado otras opciones más compactas y al mismo tiempo eficientes para el día a día.
Y las grandes tecnológicas son más que conscientes de ello. Una de ellas es Samsung, que hace apenas unos meses lanzaba un teléfono móvil ultraligero que, al mismo tiempo, contaba con algunas de las características más destacadas de su Galaxy S25 Ultra. Hablamos sobre el Galaxy S25 Edge, el último integrante de una familia de teléfonos móviles de Samsung. Un teléfono que destaca por un diseño ultrafino, pero también por características de primer nivel. A continuación te compartimos nuestras sensaciones con el dispositivo tras varias semanas de uso para posteriormente explicarte qué es lo que más nos ha gustado del dispositivo... y lo que menos.
Lo mejor: su diseño ultraligero
Uno de los grandes alicientes del nuevo Samsung Galaxy S25 Edge es su diseño. El smartphone, confeccionado a partir de una combinación de titanio de grado 2 y cristal, nos da las primeras pistas de que estamos ante un teléfono premium en todos los sentidos. Más aún cuando lo cogemos por primera vez con nuestras manos, momento en el que la experiencia mejora todavía más después de descubrir que estamos ante un dispositivo ultrafino que destaca por un grosor de apenas 5,8 milímetros y un peso de 163 gramos.
Pero esto no quiere decir que el teléfono sea pequeño ni mucho menos. Si nos fijamos en sus dimensiones (158.2 x 75.6 x 5.8mm), se parecen bastante a las del Samsung Galaxy A54 que tan buenos resultados ha dado en la gama media. No obstante, la compañía surcoreana ha sabido aprovechar los espacios mejor que nunca para incluir esa pantalla de 6,7 pulgadas tan habitual en los teléfonos móviles de gama superior en su nuevo terminal. Por lo tanto, estamos hablando de un teléfono móvil premium en un cuerpo que bien podría ser el de un gama media en lo que a dimensiones se refiere.
Por lo tanto, la experiencia no podía ser más agradable en lo que a diseño se refiere. Nos gustan las dimensiones del dispositivo, lo ligero que se siente en la mano y, sobre todo, su apariencia. Porque el Samsung Galaxy S25 Edge es un móvil elegante, se mire por donde se mire. Los marcos de titanio son un acierto y esa trasera de cristal le otorga ese toque premium que siempre buscamos en smartphones de primer nivel. Si a esto le sumamos que el módulo de las cámaras está perfectamente acoplado, el Galaxy S25 Edge se convierte en una joya a nivel de diseño.
Pantalla de primer nivel
Otro de los puntos fuertes del Samsung Galaxy S25 Edge es su pantalla de primer nivel. En esta ocasión, la empresa surcoreana ha montado una Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas con resolución QHD+ (3120 x 1440 píxeles), que ofrece una densidad de píxeles superior a 500 ppi y una tasa de refresco adaptativa de 120 hercios. ¿Y cómo se traduce esto en el mundo real? Tras las pruebas realizadas podemos constatar que es un teléfono móvil que ofrece unas imágenes muy nítidas que destacan tanto por sus colores vibrantes y negros profundos. En la línea del resto de pantallas de Samsung que hemos podido probar en el pasado, por lo que se convierte en uno de los aspectos más positivos del móvil.
Estamos hablando de un terminal idóneo tanto para disfrutar de los mejores videojuegos del mercado como para ver tus series y películas favoritas. Además, gracias a su brillo máximo de 2600 nits, podrás disfrutar de este contenido donde tú quieras. Incluso en entornos muy luminosos como puede ser una terraza al sol o un día de playa. Más aún gracias a su cristal Gorilla Glass Ceramic 2, con propiedades que reducen drásticamente los reflejos y mejoran la claridad de la pantalla.
El gran inconveniente de crear un teléfono tan fino
El hecho de ser un terminal tan fino podría llevarte a pensar que no puede ser un teléfono móvil tan potente como sus hermanos mayores. Sin embargo, el nuevo Samsung Galaxy S25 Edge incorpora un procesador Snapdragon 8 Elite de 8 núcleos diseñado específicamente para la línea Galaxy, al que hay que sumarle 12 GB de memoria RAM. Una configuración de primer nivel que nos permite disfrutar de una experiencia de multitarea sin complicaciones. Podrás navegar tranquilamente por Internet mientras consultar tus redes sociales favoritas y disfrutas de tu streamer favorito sin registrar ningún lagazo ni cierre inesperado.
Tampoco a la hora de jugar a videojuegos. En nuestro caso le hemos instalado tanto el Genshin Impact como el Call of Duty: Mobile, dos de los juegos más exigentes del mercado, y el Galaxy S25 Edge nos ha permitido jugar a ambos sin problemas. Incluso con la configuración gráfica al máximo, pues no se han registrado cortes durante nuestra partida ni caídas de rendimiento brutales. Lo que sí que se nota es que el móvil alcanza temperaturas elevadas a medida que van pasando los minutos. A pesar de que la compañía ha rediseñado su cámara de vapor para repartir mejor el calor, el hecho de ser un dispositivo tan fino provoca que coja calor demasiado rápido. Algo que no debería preocuparte si eres de los que usan el teléfono para lo básico, pues no lo notarás prácticamente nunca, pero sí si eres de estas personas que está buscando un smartphone para jugar, porque el S25 Edge no es el terminal que estabas buscando.
Por otro lado, el diseño de este teléfono provoca que su batería no pueda ser tan grande como la del resto de terminales. De ahí que la autonomía (3.900 miliamperios) sea otro de los puntos débiles del nuevo, del Galaxy S25 Edge. ¿Qué quiere decir esto? Que tendrás que cargar el teléfono móvil todos los días para no sufrir al día siguiente. Además, su carga "rápida" de 25 vatios provoca que este proceso tarde mucho más en comparación con otros modelos de 2025 que con una velocidad de carga muy superior.
Apartado fotográfico: sí, pero...
El Samsung Galaxy S25 Edge llega al mercado con una configuración de dos cámaras traseras. Por un lado, un sensor principal de 200 megapíxeles heredado del S25 Ultra y, por el otro, un ultra gran angular de 12 megapíxeles. De esta manera nos quedamos sin un teleobjetivo muy resultón que, sin duda alguna, limita las capacidades del zoom óptico del terminal. ¿Cuál ha sido nuestra experiencia con este sistema de cámaras?
El sensor principal se comporta de manera notable en condiciones de buena luminosidad. Antes de que pruebes la cámara recuerda que el teléfono móvil realiza imágenes de 12 megapíxeles por defecto. Es decir, tendrás que seleccionar tú el modo de 50 megapíxeles o de 200 megapíxeles para poder sacar el máximo rendimiento del sensor principal. Partiendo de esta base, las fotografías tomadas con el modo automático rinden bien, pero no están a la altura del resto de la familia S25. Tampoco los modos de 50 y 200 megapíxeles, que a pesar de que captan hasta el más mínimo detalle de cada escena, la nitidez no está a la altura del tope de gama de Samsung.
Donde sí que se comporta mejor es en el modo retrato y el modo noche, donde a nuestro juicio resuelve con bastante solvencia las tomas realizadas. Por lo tanto, el Galaxy S25 Edge presenta una configuración de cámaras notable, pero tal vez algo por debajo de lo esperado para un teléfono móvil de 1259 euros.
Objetivo: cambiar las reglas
El Samsung Galaxy S25 Edge es un teléfono muy agradable en todos los sentidos. Tiene un diseño que enamora, un rendimiento notable y un apartado gráfico que te permitirá inmortalizar prácticamente todo lo que tengas en mente. Sin embargo, y de cara a futuros modelos, le pedimos un poco más. Creemos que tiene el potencial necesario para cambiar las reglas del juego y desarrollar una línea ultraligera que, al mismo tiempo, sea premium.
El gran reto de la compañía de cara a futuras versiones del S25 Edge es gestionar todavía mejor la disipación de calor y mejorar la autonomía de un teléfono móvil que lo tiene todo para brillar. Por otro lado, también tiene margen de mejora en un apartado fotográfico que, si bien cumple con lo establecido, echa en falta un teleobjetivo para completar la oferta de cámaras. Más aún, si tenemos en cuenta que es un móvil de 1.259 euros, por lo que requiere de un rendimiento mucho mayor que el que vemos en este dispositivo. Pero, en líneas generales, estamos ante un móvil notable que puede marcar un antes y un después en la compañía surcoreana.

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




