Isabel Coixet: "Sigo siendo una intrusa en el mundo del cine"

Madrid

Isabel Coixet, más allá de su faceta de directora y guionista de cine, es una contadora de historias. Pero esta vez no lo hace a través de una cámara. La también locutora y articulista catalana, conocida por títulos como La vida secreta de las palabras o Mi vida sin mí, presenta por primera vez su faceta más íntima y experimental: una serie de collages que ha ido creando en silencio a lo largo de más de quince años y que ahora se muestran al público en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid bajo el título Aprendizaje en la desobediencia.

"Para mí ha sido una manera de volver a ser una niña haciendo trabajos manuales. Lo odiaba de niña. Ahora, de repente, me veo con las barritas, el pegamento y la cola. Ahora rompo las manualidades cuando no me gustan", ha contado Coixet en La Ventana. La directora construyó estas imágenes alrededor de una frase. "No pueden ser otras imágenes, al igual que no puede ser otra frase. Y las siento. Siempre hay un componente en las frases de darle la vuelta al lugar común", ha relatado.

La muestra reúne medio centenar de obras que combinan recortes de revistas, bolsas de fotomatón, fotografías halladas en mercadillos y hasta páginas de novelas semieróticas de los años 70. Todos estos fragmentos, cuidadosamente ensamblados sobre soportes diversos —desde lienzo a cartón pluma, táblex o papel—, se acompañan de frases breves en distintos idiomas.

Lejos de ser una práctica reciente, Coixet lleva más de una década construyendo estos collages, en paralelo a sus proyectos cinematográficos. "Empecé hace muchos años cuando estuve en una casa aislada en el campo. No recuerdo cómo empecé. Tenía miedo de que se me acabaran los libros que llevaba y me dio un impulso de los que me dan", ha dicho la directora.

El título de la exposición, Aprendizaje en la desobediencia, condensa buena parte del espíritu de la obra. "El nombre se lo puso Estrella de Diego y estuve de acuerdo. Yo era una niña obediente. No entregar un trabajo era un trauma. He tenido que aprender a desobedecer, porque es la única manera en la que uno hace algo mínimamente interesante", ha afirmado, y ha apuntado: "A mí lo de ser impostora o intrusa ya me viene bien. Sigo siendo una intrusa en el mundo del cine, así que no te cuento aquí".

Entre los trabajos más personales de la muestra destaca su autorretrato, acompañado de una frase lapidaria: «Yo fui un accidente». "Es el 'selfie' menos favorecedor de la historia. Es un comentario a toda esa gente que se pone filtros. Yo entiendo que este mundo de influencers que se gana la vida con esto pase a escritores. Todos intentamos quedar lo mejor que podamos, claro, pero el problema es que ya no hay medida", ha denunciado Coixet, que trata de abandonar esas imposiciones sociales.

Sobre si teme que sus collages no sean comprendidos, Coixet se ha mostrado despreocupada. "¿Quieres que te quieran o que te entiendan? Antes quería que me quisieran. Ahora me importa más que me entiendan. Y ese entendimiento pasa por de dónde vienen las cosas, dónde podrían ir en otros supuestos", ha reflexionado.

A pesar de este paréntesis en su creación, Coixet no para de trabajar. A finales de 2024 rodó una serie en París y en 2025 filmó una película en Italia. "La serie está terminada. Se llama Alguien debería prohibir los domingos. Es sobre una directora de cine, bastante autobiográfica". En cuanto a la película, se trata de una adaptación del libro Tres Cuencos, el libro póstumo de la escritora italiana Michela Murgia. "Es un libro de relatos, y hemos tomado dos de estos relatos y hemos escrito una historia que va a ser una película que estoy terminando de montar ahora", ha contado Coixet.

La exposición, comisariada por Estrella de Diego, se encuentra dentro de la programación oficial de PhotoEspaña 2025, que estará disponible para visita hasta el 14 de septiembre.