"Mi madre pensaba que Michael Jackson era mala influencia": Ernesto Sevilla y su primer ídolo musical

En el último programa de Dos por cuatro, Máximo Pradera y Rafa Panadero han invitado a una pareja de reconocido prestigio sobre los discos que se llevarían a una isla desierta. Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla además de ser cómicos y saltar a la fama en el mismo programa de televisión, La Hora Chanante, son amigos de la infancia porque sus padres eran amigos íntimos. Por lo que además de humor y de amistad, también han compartido mucha música a lo largo de su vida.

Ernesto Sevilla no ha traído otra que Leave Me Alone de Michael Jackson. Una canción que el estadounidense sacó en un momento complejo con la prensa, una época en la que no cesaban de salir bulos suyos. El impresionante videoclip de la canción es el primero de las canciones y cortometrajes de Jackson que sirven como comentario sobre la frenética atención mediática que a menudo lo rodeaba. Presenta un parque de atracciones surrealista construido alrededor de un Michael gigante atado, como Gulliver en el clásico libro Los viajes de Gulliver.

El disco al que pertenece esta canción, Bad, el séptimo álbum de Jackson y el primer disco que Sevilla se compró en su vida. "Primero lo tuve grabado en una cinta virgen y luego mi madre me lo compró a regañadientes. Le parecía mala influencia Michael Jackson para mí", decía el cómico. El actor y humorista tenía por entonces 10 u 11 años y bromeaba, haciendo alusión a las acusaciones pedófilas que recibió el cantante con el tiempo: "Me lo podría haber comprado el propio Michael Jackson si se lo hubiese pedido con 11 años."

De rey del pop se ha dicho de todo a lo largo de los años. Que quería cambiarse el tono de piel para ser blanco, que dormía en una cámara de oxígeno, que era virgen y que su mejor amigo era un mono telepático. Pero de entre los bulos más rocambolescos, Ernesto Sevilla le encanta la obsesión de Jackson con el conocido como "hombre elefante", del que se llegó a decir que había comprado su esqueleto, que llegó a estar expuesto en el Colegio Médico del Hospital Real de Londres.

Joseph Merrick nació en Inglaterra en 1862 y padecía desde una corta edad una enfermedad, que ahora se sabe que fue el Síndrome de Proteus, que le provocaba graves malformaciones en el cuerpo. Su peculiar aspecto generó gran consternación entre la sociedad de la época, y tras pasarse gran parte de su vida como vendedor ambulante, pronto empezó a exhibirse en ferias ambulantes promovidas por Sam Torr.

En su paso por Londres, estuvo expuesto en una tienda de curiosidades regentada por el empresario Tom Norman. Fue entonces cuando el médico Frederick Treves se interesó por su caso. Gracias a su ayuda, este logró recaudar los fondos necesarios para tenerlo ingresado en el hospital como enfermo crónico. Aunque sus restos ya no están expuestos en el Hospital Real de Londres, algunas de sus pertenencias sí se pueden visitar.