"Si te cuidaras un poco, Paco": la frase que cambió la historia de España

En la sección Multiverso de La Ventana de la SER, Miguel Anómalo plantea una realidad alternativa tan absurda como reveladora: ¿y si Francisco Franco hubiera sido guapo? La historia paralela arranca con una frase aparentemente inocente escrita por su madre en una carta ficticia: "Si te cuidaras un poco, Paco". Esa línea, mínima y casual, desencadena una transformación que cambia el rumbo de la historia de España.

La idea parte de un episodio real rescatado en la sección Cartografías de Laura Piñero, donde se mencionan las más de 30 cartas de amor que el joven Franco escribió en 1913 desde Melilla a Sofía Subirán, hija del gobernador. Ella lo llamaba "el pelma de Paquito" y evitaba sus avances. En esta versión alternativa, ese rechazo no lo empuja hacia la carrera militar, sino hacia el espejo.

Es entonces cuando el joven Franco, acomplejado por el rechazo amoroso de Sofía Subirán, decide mejorar su imagen."Cerillito era lo que ahora conocemos como un incel", explica Anómalo, que imagina a un Franco que, en lugar de hacer burpees en el sótano de su madre, se dedica a entrenar soldados en el norte de África. Pero en esta versión, todo cambia: con la ayuda imaginaria de Bob Pop como asesor de estilo, se convierte en un hombre atractivo y seguro de sí mismo. Ya no es "el pelma de Paquito", sino un galán que prefiere conquistar corazones antes que trincheras.

Por su parte, Bob Pop, con su habitual agudeza, analiza el impacto de la imagen en la historia: "Franco no era atractivo ni siquiera para los estándares de su época. Era la época de Gary Cooper, de Errol Flynn… y ese bigote era demasiado corto", comenta. Y añade con ironía: "Está demostrado que la escasez de bigote conduce inversamente proporcional a lo facha que eres". Según él, si Franco se hubiera dejado un bigote más largo y contundente, "seguramente se le habrían rebajado las ansias dictatoriales".

Pero no solo la estética importa. Bob Pop también apunta que "ser buena persona es supersexy, lo que sea los años 10 del siglo XX o los años 20 del XXI", y que "el ansia de poder al final te deja un rictus que no es agradable". En esta realidad alternativa, Franco no solo mejora su aspecto, sino también su autoestima. "No le fue necesario humillarse enviando 200 cartas a Sofía en plan 'tú qué, ni dos besos, ni nada, olvidona'", bromea.

Con estos cambios, la historia da un giro inesperado: "Franco deserta del ejército durante la batalla del Butz, se une a un grupo de prófugos y acaba luchando por la República en la Guerra Civil", explica Anómalo. Aunque su papel militar sigue siendo irrelevante, su ausencia en el bando sublevado cambia profundamente el devenir del país: "No hay franquismo, España mantiene su huso horario natural, y programas como El Hormiguero fracasan por emitirse demasiado tarde" comenta.

La propuesta de Anómalo no solo es una sátira brillante, sino también una invitación a pensar en cómo los pequeños gestos (una frase, una carta, una imagen) pueden tener consecuencias insospechadas.