Félix López-Rey abandona la administración pero no la lucha de barrio
El vecino de Orcasitas y ex-concejal de Más Madrid se retira de la política institucional con 77 años

Félix López Rey se retira de la política a los 77 años: "Mientras tenga un halo de vida, seguiré luchando"
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Madrid
Félix López-Rey es, ante todo, un hombre de barrio. Llegó al descampado que ahora es Orcasitas con ocho años, en 1956. Entonces, el barrio se componía de chabolas y algunas casas bajas sin luz ni agua. Allí se cultivó el espíritu luchador y sindicalista del exconcejal de Más Madrid. Con tan solo 22 años fundó la Asociación de Vecinos de Orcasitas, en una época en la que juntarse más de tres era delito de sedición.
Por su labor como líder vecinal fue amenazado de muerte en varias ocasiones, aunque eso no le paró los pies. En 1975 fundó la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid y un año después encabezó la “Guerra del Pan”, en la que reclamaban el fraude en el peso de las barras de pan.
Cincuenta años después, Félix sigue siendo un ejemplo de lucha de barrio. Junto a sus vecinos está organizando a la comunidad latina para denunciar la persecución que sufren por parte de la policía por jugar al voleibol en los parques. Cuenta que ahora se encuentra con los hijos y los nietos de aquéllos con los que se peleaban. Como por ejemplo, con Rocío de Meer, diputada de Vox por Almería y nieta de Carlos de Meer, coronel de Caballería del Ejército español durante la dictadura franquista.
Hemos visto historias similares en el cine con El 47 o la serie de Las Abogadas, sin embargo los jóvenes se acercan cada vez más a las ideologías fascistas y antidemocráticas. Ante esta situación, Félix López-Rey afirma que las administraciones no favorecen el sindicalismo y, por otra parte, cree que su generación ha sobreprotegido a sus hijos. Señala también la falta de atención por parte de los medios de comunicación a los barrios.
Por otra parte, el ex-concejal asegura que es necesario incluir a más "gente de a pie" en la administraciones públicas. Se considera a sí mismo un "rara avis" porque ni siquiera entre los partidos de izquierdas llegan a las instituciones. Acercarse al pueblo, cogiendo un autobús o el metro para ir a trabajar es lo que plantea para mejorar la política española.
Después de tantos años en ambos lados de la puerta de Cibeles, Félix sigue estando más cómodo fuera que dentro. Lo más importante para él es la organización vecinal que la cantidad de diputados o concejales que tenga su partido. Asegura que no dejará de luchar por su barrio en una frase que casi parece una amenaza: "mientras las piernas y la cabeza me acompañen lo seguiré haciendo".

Laura Olano
Empecé en la radio de mi comarca cuando era pequeña. Ahora soy estudiante de periodismo, productora...




