Un experto aclara qué se va a poder conocer con la nueva Ley de Información Clasificada: "Permitirá reconstruir mejor el mosaico"

Madrid

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Proyecto de Ley de Información Clasificada para remitirla al Congreso de los Diputados de cara a su tramitación. Dicha normativa busca sustituir a la Ley de Secretos Oficiales del franquismo (1968), un movimiento que constituye una de las reivindicaciones históricas del PNV.

El nuevo Proyecto de Ley, en caso de ser aprobado, desclasificaría los documentos archivados de la dictadura o la transición, entre los que se encuentran los del 23F. El Ejecutivo prevé aprobar la Proposición de Ley a finales de 2026, aunque todavía queda por conocer qué puede suponer la desclasificación de este tipo de información. En consecuencia, para tratar este asunto, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela, Manuel Núñez Seixas, ha hablado en Hora 25 sobre las claves de la norma.

Núñez Seixas ha señalado que, en general, se trata de "una buena noticia" tanto para los ciudadanos como para los historiadores, que "permitirá reconstruir mejor el mosaico" que es la historia, aunque también ha destacado que existe "bastante margen de mejora". Esto se debe a que el Gobierno se reserva la potestad de mantener clasificada cualquier información que pueda comprometer la seguridad nacional.

"¿Quién define aquello que afecta a la seguridad nacional o no? Hay cierto margen de discrecionalidad", ha planteado el experto. No obstante, ha incidido en que se trata de una mejora que termina con una "anomalía" dentro del ordenamiento español, como es la de que siga en vigor una ley franquista en la que, aunque haya sido retocada en 1978, continuaba imperando una "cierta arbitrariedad".

Al ser preguntado sobre si esta reserva podría ser una vía para mantener ocultas determinadas cuestiones, el catedrático ha respondido que todo depende de lo que se entienda por "seguridad nacional" o "integridad de las instituciones".

"Mi duda es quién decide sobre eso y en función de qué criterio", ha comentado, aunque señala que no sería una situación única, pues ya se ha visto en otros países que, a la hora de desclasificarse un documento, permanezca cierto contenido reservado.

"No esperaría que tengamos una gran revelación, que nos obligue a cambiar todas nuestras interpretaciones del pasado"

Núñez Seixas ha subrayado que la desclasificación de este tipo de documentos puede tener una gran relevancia a la hora de conocer mejor la historia. Sin embargo, descarta por completo que haya algún tipo de contenido que pueda suponer un antes y un después en lo que se conoce hasta ahora.

"El pasado es un conjunto de mucha piezas y es como un mosaico en el que se van incorporando teselas. No esperaría que, de repente, tengamos una gran revelación que nos obligue a cambiar todas nuestras interpretaciones del pasado", ha explicado.

No obstante, sí que puede suponer un avance en términos de comprender mejor cómo funcionaban y qué sabían los servicios de información franquistas o de la transición sobre eventos clave en la historia. La información que se manejaba sobre la oposición, sobre el inicio de ETA, la profundidad de la trama en el 23F o las relaciones internacionales entre el régimen franquista y Cuba, por ejemplo, son algunos de los periodos históricos sobre los que se podría profundizar.