Una novela, una frase y este poema: es imposible no emocionarse con la despedida que Luis García Montero dio a Almudena Grandes

Luis García Montero y Almudena Grandes protagonizaron una de las historias de amor más intensas de las letras españolas. A través de sus obras, ambos escritores comparten con los lectores la admiración mutua que sienten y que dura toda la vida. Se conocen a principio de la década de los 90 en un encuentro en el Ateneo de Madrid, donde más de 100 autores presentan un texto común en rechazo a la primera guerra de Irak.

Un año más tarde, vuelven a coincidir en un encuentro literario organizado por el Ministerio de Cultura en la Casona de Verines, en Asturias. Luis García Montero es un poeta de Granada de 34 años muy conocido y Almudena Grandes es una escritora madrileña con dos novelas publicadas, Las edades de Lulú y Te llamaré Viernes.

Se casaron en 1996 en el Ayuntamiento de Santa Fe, en Granada, rodeados de los hijos de ambos, Mauro e Irene, ambos de matrimonios anteriores, y amigos. Un año después, llegó Elisa García Grandes, hijo del fruto de su historia de amor. Dos años más tarde, Luis García Montero publicó Completamente viernes, un poemario donde se vuelca al sentimiento amoroso, uno que no puede ocultar con Almudena como inspiración.

Durante más de dos décadas, la pareja de escritores disfrutó de una vida rodeada de amigos de la talla de Joaquín Sabina, Benjamín Prado y Eduardo Mendicutti, de sus hijos y familiares. Pero fue en 2021 cuando un diagnóstico de cáncer de colon dejó a Almudena Grandes y a su entorno sin aliento. En el cuaderno en el que, desde el nacimiento de Elisa, escribía y planeaba los argumentos enteros de sus novelas, la madrileña escribió "Todo va a mejorar".

Una frase que serviría de título para su última novela, una que nunca llego a concluir. Almudena Grandes escribe y termina seis capítulos de todo va a mejorar. El último que escribe lo termina en octubre de 2021, un mes antes de fallecer el 27 de noviembre. Luis García se encarga del último capítulo, siguiendo las indicaciones que ella le dejó antes de su partida.

Grandes fue enterrada dos días después en el Cementerio Civil de Madrid. Era un día soleada y frío y su féretro fue acompañado por centenares de lectores, convocados por el periodista Ramón Lobo, que levantaron libros de la autora a su paso a modo de homenaje.

Pero ese día, no solo la escritora tomaron sepultura. Luis García Montero introdujo en su tumba, su libro Completamente Viernes y una foto de Almudena donde escribió la frase: "No hay amor sin admiración". Además, leyó el poema La ausencia es una forma de invierno, unas palabras de despedida que dicen así:

Como el cuerpo de un hombre derrotado en la nieve,

con ese mismo invierno que hiela las canciones

cuando la tarde cae en la radio de un coche,

como los telegramas,

como la voz herida que cruza los teléfonos nocturnos

igual que un faro cruza por la melancolía de las barcas en tierra,

como las dudas y las certidumbres,

como mi silueta en la ventana,

así duele una noche, con ese mismo invierno de cuando tú me faltas,

con esa misma nieve que me ha dejado en blanco,

pues todo se me olvida si tengo que aprender a recordarte.