La pérdida de trabajadores en la educación y el campo ralentizan la creación de empleo en julio, que apenas avanza en 4.408 personas
A pesar del incremento tibio del empleo, España mantiene el récord de afiliados y el desempleo, que retrocede en 1.357 personas, marca mínimo en 18 años
Un repartidor en una imagen de archivo / Ismael Herrero (EFE)
Madrid
Tras la aprobación de la reforma laboral, julio ha dejado de ser una gran mes para las contrataciones de verano. Este año, apenas se han creado 4.408 puestos de trabajo cuando, de media, en la última década se generaban más de 50.000. Esto es debido a que muchos contratos estivales se empiezan a firmar en primavera. Aun así, España mantiene récord de trabajadores: 21.865.503 cotizantes, y un mínimo de paro con 2.404.606, el dato de desempleo más bajo en 18 años.
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Estamos ante un dato más que moderado que esconde, por un lado, la precariedad del sistema de educativo: en julio, más de 123.600 profesores se han ido a la calle, después de que el mes pasado lo hiciesen 55.000, y que con toda probabilidad volverán a ser contratados a partir de septiembre. También el sector agrario pierde 43.191 trabajadores. Cifras muy contundentes que contrasta con las 11.000 altas de la hostelería y las 48.000 del comercio.
Pero aquí también hay algo que llama la atención: el desempleo tan solo se reduce en 1.357 personas. Es el peor dato de la década, con la única excepción de 2022, cuando se registró un incremento de 3.230. De media, en la última década, el paro ha bajado en 50.000 personas.
El paro sube en el sector servicios
No resulta habitual que en pleno julio, el desempleo suba en el sector servicios. Este año lo ha hecho en 2.018 personas, siendo el sector en el que más sube. Aun así, el paro baja con más fuerza entre las mujeres que entre los hombres, también entre los menores de 25 años, que se contrae en 2.561 personas, reduciendo el total hasta los 164.146 jóvenes desempleados.
Por autonomías, el paro baja tan solo en seis autonomías, con Andalucía a la cabeza, (-8.035 personas), seguida de Castilla-La Mancha (-1.771 personas) y el Principado de Asturias (-1.296 personas). En las once comunidades autónomas restantes se registra un incremento encabezado por Cataluña (4.339 personas), el País Vasco (1.600 personas) y Aragón (1.167 personas).
