Una experta explica el ciclo de la violencia machista: "La primera fase destruye la autoestima de la víctima"
Marina Marroquí explica con los datos en la mano por qué muchas mujeres no se atreven a denunciar
El ciclo de la violencia machista
En verano, el aumento de la convivencia entre algunas parejas provoca que se incrementen los casos de violencia de género. También los asesinatos. El periodo vacacional es crítico para muchas mujeres, que cuando se encuentran encerradas en casa tienen más miedo a denunciar.
Más información
Con los datos en la mano, la autora especialista en violencia de género Marina Marroquí explica que suele haber unas 180.000 denuncias de violencia machista al año. Por otro lado, un 57% de mujeres ha sufrido este tipo de violencia, por lo que solo denuncia una de cada tres mujeres en España.
La psicóloga Leonor Walker, especializada en violencia doméstica y conocida por su pionera investigación sobre las mujeres maltratadas, resumió el ciclo de la violencia machista en tres grandes fases en su libro de 1979 La mujer maltratada.
"Son tres grandes fases en la que la víctima queda atrapada en una relación de maltrato. La primera es una fase muy larga de acumulación de tensión. El maltratador, sin grandes broncas empieza diciendo los defectos que tiene la víctima o que sus comportamientos no le gustan. Es muy larga y pasa inadvertida, pero es muy importante, porque es la que destruye la autoestima de la víctima y la que consigue que después su perdón sea justificable", ha comenzado explicando Marroquí en La Ventana.
Es la fase que termina con un "te he dicho 100 veces que eso no me gusta, al final he perdido yo la los nervios y mira lo que me has hecho hacer", explica la autora, que añade que la siguiente fase es el estallido de violencia o la agresión. Al principio no es esa paliza, pero sí empieza siendo digamos una bronca descomunal".
"Recuerdo esas primeras grandes broncas en las que se tiró hora y media insultándome porque había sonreído al de las palomitas en el cine o porque había saludado a alguien en la calle", comenta Marroquí, que fue víctima de violencia de género.
"Después llega la fase de luna de miel o enamoramiento. Hay un estallido de violencia que no controla, pero después llora, pide perdón y hay un momento de calma, de ilusión", describe la educadora social, que explica que entre esa primera fase a la siguiente suele pasar un año y medio.
"Esto es una espiral, cada vez va más, más tiempo, lo importante es detectar. El maltratador al principio se convierte en el hombre ideal, crea ese teatro en el que la víctima quiere volver todo el tiempo, perdona para ser tan felices como al principio. Por último, después del estallido de violencia, después de la bronca, es el único punto en el que la víctima ve la violencia que sufre, en el que pide ayuda se lo cuenta a una amiga. No hay que infravalorar esos momentos y que ese momento sea el punto de salida para apoyarla y poder comenzar una nueva vida", ha sentenciado Marroquí en La Ventana.