Qué fue de... Bolo, el histórico máximo goleador del Rayo Vallecano en Europa

Jon Ander Pérez Alonso (Bilbao, España, 1974) fue un buscavidas del gol que salió de Lezama en busca de saciar su hambre y terminó asentándose como ídolo en el barrio madrileño de Vallecas. Archiconocido en el mundo del fútbol como 'Bolo', disfrutó de sus mejores años de fútbol con el Rayo, siendo partícipe además del estreno histórico del equipo de la franja en Europa. Sus botas, además, dieron forma al récord goleador que esta temporada tratarán de romper los Camello, Isi, De Frutos y compañía en la Conference League.

No lo tuvo nada sencillo Jon Pérez 'Bolo' para hacerse hueco en la primera plantilla del Athletic Club. Pese a demostrar su buen hacer en las categorías inferiores, gozó de un debut testimonial con el equipo de su ciudad a comienzos de 1994. Fue a partir del siguiente curso cuando fue entrando más en la dinámica del primer equipo, abriéndose paso entre una altísima competencia con futbolistas como Joseba Etxeberria, el 'Cuco' Ziganda o Julen Guerrero.

Y aunque en Bilbao pudo cumplir el sueño de marcar sus primeros goles en Primera División, su papel nunca dejó de ser secundario. Por este motivo tuvo que iniciar una larga andadura en el fútbol español hasta encontrar el que fue su sitio con mayúsculas. Salió cedido en dos ocasiones para foguearse en Segunda, pero tampoco gozó de los minutos esperados ni en Osasuna ni en el Hércules. Fue por ello que terminó desvinculándose de su querido Athletic e iniciando una nueva aventura que terminó catapultándole a la gloria.

De Vallecas a Europa

El Rayo Vallecano le rescató de este espiral de decepciones en un mercado invernal de 1999 que dio un impulso descomunal a su carrera. Apostaron los franjirrojos por sus dotes en la delantera desde el primer día y obtuvieron rédito inmediato. Su apuesta tuvo como premio un ascenso a Primera División que, a la postre, supondría el inicio de una etapa mágica.

Porque los rayistas cumplieron con creces con el objetivo de mantener la categoría y, además, recibieron un gran premio de la UEFA a su fair play. Hace unas décadas era habitual reconocer a los equipos de Europa menos amonestados en sus ligas nacionales con invitaciones especiales para competir en la antigua Copa de la UEFA (ahora Europa League) y el Rayo resultó agraciado.

Así, con Bolo a la cabeza, el Rayo Vallecano se estrenó en el continente con un sonadísimo 16-0 en su eliminatoria previa contra el Constel-lació Esportiva andorrano. Cinco goles en este doble encuentro situaron ya al jugador vasco en unos registros muy difíciles de superar en esta edición, pero además su facilidad para el gol fue más allá con otros dos tantos contra el Molde noruego y el Girondins de Burdeos francés. En total, siete goles de Jon Pérez 'Bolo' en una edición para el recuerdo -los rayistas llegaron a alcanzar los cuartos de final y cayeron contra el Deportivo Alavés- y que no se ha vuelto a repetir en Vallecas hasta este 2025.

Bolo se metió a Vallecas en el bolsillo. Llegó a defender la camiseta de la franja en 170 partidos oficiales en los que alcanzó los 40 goles y, aunque no pudo evitar la doble caída a los infiernos de 2003 y 2004, su legado ha permanecido intacto. Gimnàstic de Tarragona y CD Numancia fueron sus últimos destinos como futbolista profesional, pudiéndose dar una última alegría con el ascenso a Primera de 2008 con los sorianos antes de sellar su retirada volviendo 'a casa' en las filas del humilde Barakaldo.

¿Qué hace ahora?

Después de hacer del perforar las redes de las porterías su particular arte maestro, Bolo se volcó en intentar trasladar sus conocimientos a las nuevas generaciones. Lo hizo a través de los banquillos, donde dio el salto con un éxito reseñable. Y es que, tras varios años trabajándose una buena base en el fútbol 'de barro' de su tierra natal, haciendo merecimientos para que la SD Ponferradina apostase por él y formalizando un fichaje que estuvo muy cerca de hacer historia.

Y es que Bolo llegó al banquillo de El Toralín allá por el verano de 2018 y cayó de pie. Lo hizo luciendo monturas que conformaron una nueva seña de identidad que conquistó a la familia berciana, quien asumió en él la figura de un líder con capacidad ilimitada para soñar. Cogió al equipo en la antigua Segunda B, ascendió en su primera oportunidad y, después de consagrarse como equipo de Segunda, se permitió soñar con Primera División en dos finales de curso (2021 y 2022) a las puertas de los play-offs.

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Fue figura en Ponferrada y eso le bastó para que el Real Oviedo llamase a su puerta con otro proyecto decidido a romper las puertas de la élite. Sin embargo, dicha etapa distó mucho de las expectativas generadas y dejó el cargo tras solo once encuentros oficiales. Su última etapa como entrenador comenzó en 2023, cuando tomó las riendas de un Burgos que lució una fortaleza defensiva inusitada que le permitió ser una de las grandes sorpresas del curso. Pero no fue igual de bueno su arranque del pasado curso, cuando fue cesado de forma temprana. Desde entonces, el histórico killer que pasó a mandar desde fuera del campo espera una nueva oportunidad que le permita superarse.

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