Sociedad

Un hombre desarrolla una enfermedad rara tras pedir a ChatGPT que le hiciese una dieta quitando por completo la sal

El hombre, de 60 años, pidió a la IA que elaborase una dieta donde no tuviese que ingerirla tras leer comentarios sobre sus posibles efectos negativos

Una mano tratando de descargar ChatGPT / NurPhoto

Madrid

La revista especializada en salud Annals of Internal Medicine ha informado del caso de un hombre de 60 años que ha desarrollado una enfermedad rara poco después de pedir a la Inteligencia Artificial ChatGPT que le elaborase una dieta donde apartase la sal en sus comidas.

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Según recoge The Guardian, el paciente confesó a los médicos que leyó los posibles efectos negativos del cloruro de sodio o la sal de mesa y esto le llevó a pedirle a la IA que le elaborase una dieta donde no tuviera que ingerirla. Para ello, comenzó a tomar bromuro de sodio durante tres meses, incluso leyendo que es un buen sustituto en ámbitos como el de la limpieza. "El bromuro de sodio se utilizaba como sedante a principios del siglo XX", recalca el periódico británico.

Los autores del artículo en la revista, vinculados con la Universidad de Washington en Seattle, han señalado "cómo el uso de la IA puede contribuir potencialmente al desarrollo de resultados de salud adversos prevenibles". Estos expertos han informado de que al no haber podido acceder a las conversaciones íntegras del hombre no saben exactamente el consejo que había recibido de ChatGPT.

Sin embargo, al preguntarle a la herramienta que sobre cómo reemplazar el cloruro, la respuesta sí incluía por entonces el bromuro, según The Guardian. La SER ha preguntado este martes sobre ello e indica que "de ninguna manera se debería sustituir el cloruro de sodio por bromuro de sodio en una dieta".

"Podría alimentar la propagación de información errónea"

Los autores han asegurado que ChatGPT y este tipo de herramientas podrían "generar imprecisiones científicas, carecer de la capacidad de discutir críticamente los resultados y, en última instancia, alimentar la propagación de información errónea".

A pesar de ello, los autores han asegurado que el paciente dijo en el hospital que su vecino podría estar envenenándole, que tiene múltiples restricciones alimentarias y se observó un comportamiento "paranoico" con el agua que le ofrecieron en el centro médico a pesar de tener sed. Además, intentó escapar del hospital durante su ingreso y recibió tratamiento por psicosis.