Agustín Díaz Yanes: "No debemos hacer películas para cambiar el mundo"
El director madrileño, ganador de ocho Premios Goya con su ópera prima, estrena una película sobre una agente infiltrada en ETA, producida por J.A. Bayona y presentada en San Sebastián

La Ventana a las 16h | Entrevista a Agustín Díaz Yanes
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Madrid
Tras casi una década de ausencia en los cines, Agustín Díaz Yanes (Madrid, 1950) vuelve a ponerse detrás de la cámara. El cineasta, que marcó un hito en 1995 con su debut Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, regresa con Un fantasma en la batalla, un thriller inspirado en hechos reales sobre una joven guardia civil que pasó más de diez años infiltrada en la banda terrorista ETA. La cinta se estrenará en salas el próximo 3 de octubre y apenas dos semanas después llegará a Netflix.
La película se presenta fuera de concurso en el Festival de San Sebastián, lo que marca el reencuentro de Díaz Yanes con un público que llevaba desde 2017 sin ver un título suyo en cartelera, cuando estrenó Oro. El director ha contado todo el proceso en La Ventana. "Me llamaban para rodar, pero yo quería hacer algo mío. Pensaba que se había acabado. Pero Belén Atienza me convenció y me sacó del ostracismo de la dirección. Rodar se me hacía cuesta arriba después de Oro. Me puse con mucho temor a hacer la película y no me he arrepentido", ha comenzado contando.
Una historia de infiltración en ETA
Un fantasma en la batalla parte de las vivencias y experiencias de numerosos guardias civiles directamente involucrados en la lucha antiterrorista, agentes que participaron en la operación encubierta contra ETA durante los años noventa. La protagonista, Amaia (interpretada por Susana Abaitua), se infiltra durante más de una década en los círculos de la organización con el objetivo de localizar los zulos escondidos en el sur de Francia.
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"No hay nada tan solitario como ser un infiltrado en una organización terrorista o mafiosa. Todo lo que hablas es mentira pero es verdad a la vez. El roce algo hace. Aparte del miedo: si tu padre o tu madre se moría, no podías ir al entierro", ha relatado.
El guion, escrito por el propio Díaz Yanes, se adentra en la tensión, el miedo y la ambigüedad moral de una vida bajo identidad falsa, a caballo entre el deber profesional y el riesgo constante. "No es lo mismo hacer una película sobre 'gánsters' que sobre una historia real. Tienes mucha responsabilidad moral y cinematográfica. Todos los familiares que salen en la película los contactamos y les ofrecimos que vieran la película. Y todos vinieron menos una persona. Tengo que decir que el resultado ha sido bonito y emocionante. Hemos contado con la ayuda de Edu Madina, que nos presentó a muchas de las víctimas", ha afirmado Díaz Yanes sobre la responsabilidad de hacer la película.
Sin embargo, afirma que las películas deben volar solas, sin ataduras morales. "Como viejo excomunista, soy contrario a la pedagogía cinematográfica. No creo que debamos hacer películas para cambiar el mundo. Las películas tienen su propia vida, y si no, te vuelves como un profeta", ha explicado.
Para encarnar a Amaia, Díaz Yanes confió en Susana Abaitua, actriz reconocida por Patria y Viaje al cuarto de una madre. Fue el director Mariano Barroso quien le recomendó su nombre. El reparto lo completan Andrés Gertrúdix (Que Dios nos perdone), Iraia Elias (Amama), Raúl Arévalo (La isla mínima) y Ariadna Gil, a quien Díaz Yanes ya dirigió en Alatriste y Sólo quiero caminar.
ETA en la ficción contemporánea
El estreno de Un fantasma en la batalla coincide con un repunte de ficciones en torno a ETA en el audiovisual español. En los últimos meses se han lanzado series como La Frontera (Prime Video) o La infiltrada. Díaz Yanes ha contado que no le importa demasiado la cercanía a esta última. "No me preocupa porque La Infiltrada ya ha ganado todo. La productora y la directora son muy amigas mías y Carolina está muy bien. Nos damos demasiada bola con esto. No veo pancartas por la calle diciendo que no haga una película similar", ha dicho.
El rodaje de la película, según ha contado, fue mucho más fluido que el de Oro, una experiencia que recuerda como "complicada". En cuanto a su relación con las plataformas, Díaz Yanes se muestra ambivalente: "Me gustaría a lo mejor estar más tiempo en los cines si la película funciona. Pero era un momento terrible cuando los productores te llamaban sobre el dinero que habías o no hecho, y esto es distinto. Me sorprendió que La sociedad de la nieve la habían visto entre 100 y 150 millones de personas en todo el mundo. Sí que es malo para los cines porque se quedan sin material. Pero no tengo edad para enfrentar ningún modelo", ha explicado el cineasta.

Álvaro García-Dotor
Periodista cultural. Redactor en La Ventana.




