Un experto en incendios explica el "paisaje mosaico", la herramienta clave para que España resista incendios tan devastadores como los de este verano
Pablo Martín Pinto, catedrático de incendios forestales, ha advertido de que la recuperación debe basarse en paisajes más resilientes, capaces de resistir futuros episodios extremos

La Ventana a las 16h | Un experto en incendios forestales: "Si viene un año catastrófico, estamos vendidos"
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Madrid
El Consejo de Ministros celebrado en la mañana del 26 de agosto ha aprobado la declaración de zonas gravemente afectadas por emergencias de protección civil —la figura legal conocida como 'zona catastrófica'— en las comunidades más golpeadas por los incendios forestales de este verano. La decisión abre la puerta a movilizar recursos extraordinarios para la recuperación económica, social y ambiental de los territorios devastados por el fuego.
La medida llega en una semana marcada por la presión política. El Partido Popular registró ayer una batería de propuestas para reforzar la prevención, entre las que destaca la creación de un registro nacional de pirómanos. La iniciativa busca identificar y controlar a quienes provocan incendios de forma intencionada, pese a que, según datos del Ministerio del Interior, este perfil solo explica un 0,5% de los fuegos en España. Desde la oposición justifican la propuesta como una herramienta disuasoria; desde el Gobierno y el ámbito técnico se insiste en que la mayoría de incendios tienen causas accidentales, negligencias o derivan de fenómenos meteorológicos extremos.
Emergencia activa en el territorio
Lejos de ser solo un asunto de balance político, la emergencia continúa. En Castilla y León la situación se ha complicado en las últimas horas con varios focos de difícil control. En total, diez incendios siguen activos en el país. En Galicia, la provincia de Lugo concentra la mayor preocupación: el fuego ha arrasado ya centenares de hectáreas y sigue fuera de control. En Asturias, permanecen activos tres grandes incendios que han afectado a seis de las siete reservas de la biosfera de la región.
Más allá de la urgencia, los especialistas piden que la reconstrucción de las zonas quemadas no se limite a repetir esquemas que han demostrado ser frágiles. Pablo Martín Pinto, catedrático de incendios forestales en la Universidad de Valladolid, ha advertido en La Ventana de que la recuperación debe basarse en paisajes más resilientes, capaces de resistir futuros episodios extremos. "Es un problema complejo con una solución compleja. El escenario climático en el horizonte es difícil, y tenemos que ser capaces de diseñar paisajes que sean más resilientes al fuego. Hay que generar estructuras que diseñen el paisaje combinando diferentes estructuras de vegetación: zonas arboladas, otras más secundarias como matorrales. Todo esto genera el famoso paisaje mosaico", ha comenzado diciendo.
Martín Pinto señala que reforestar más no es reforestar mejor. "¿Es malo quitar un árbol? Pues a lo mejor es necesario gestionar algunos para que otros se desarrollen de una manera más vigorosa o saludable. Hay una parte de la sociedad que lo entiende y otra más partidaria de la no intervención. Si que hay ecosistemas más naturales pero en esos parches hay que tener zonas donde se intervenga y se saquen individuos, algo de sotobosque", ha añadido.
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Para él, es imposible que a través de cuadrillas se gaste dinero en el desbroce y la reducción del combustible que se va acumulando por falta de uso. "No podemos hacer de este control un gasto, sino una consecuencia. En Asturias los pastores y los ganaderos usaban el monte como alimento para la carne y leche, el paisaje tenía menos combustible", ha explicado Martín Pinto.
En contraste con medidas como el registro de pirómanos, los técnicos insisten en la necesidad de estrategias integrales, desde la prevención hasta la restauración. Martín Pinto propone tres claves: mejorar la coordinación entre administraciones, incorporar el conocimiento científico en la toma de decisiones y reconocer que el escenario climático ha cambiado. "Si te viene un año catastrófico, estás vendido. Si la climatología es muy estricta, es complicado. Pero sí que se pueden hacer buenas prácticas. En Soria se produce madera de buena calidad y aprovechados de buena manera. El beneficio económico le llega directa a la población, así que si algo te genera ingresos lo vas a proteger más", ha afirmado.
La incógnita es si el debate político de estos días será capaz de incorporar esa mirada de largo plazo. Porque, como advierten los expertos, si dentro de tres veranos España vuelve a encadenar veinte días de calor extremo, el país podría enfrentarse de nuevo a una catástrofe de dimensiones similares.

Álvaro García-Dotor
Periodista cultural. Redactor en La Ventana.




