El error de llamar pirómanos a todas las personas incendiarias
La diferencia radica en los impulsos incontrolables que tienen los pirómanos, que además suelen reincidir

El error de llamar pirómanos a todas las personas incendiarias
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Madrid
Esta semana el líder del PP, Alberto Núñez Feijoó, ha propuesto la creación de un registro nacional de pirómanos con pulseras telemáticas de localización para todas aquellas personas condenadas -en sentencia firme- que hayan provocado un incendio.
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El error es denominar pirómanos a todos los que hayan ocasionado un fuego de manera voluntaria e intencionada. "Una persona pirómana es alguien con una enfermedad mental y representa el 1 por ciento de los incendios provocados", asegura Sara Mateos, Agente Medioambiental en León, que nos explica que tienen impulsos incontrolables por el fuego sin motivo alguno. El caso de los incendiarios es distinto.
"Puede haber personas negligentes que, por ejemplo, cosechen cuando hace mucho calor y la maquinaria puede provocar un incendio. Luego existen los incendiarios accidentales que sin querer provocan un fuego, por ejemplo en un accidente de tráfico donde un vehículo prende y puede quemar el campo.
Los pirómanos, una minoría
Y finalmente existen los que buscan un beneficio económico al provocar un fuego o causar daño, como venganza". Las implicaciones no son las mismas "y no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco".
Según el Gobierno, sólo el 7,2 por ciento del total de incendios forestales intencionados fueron provocados por pirómanos. Desde el 1 de junio y hasta el 30 de agosto, tanto la Policía Nacional como La Guardia Civil han detenido a 56 personas por haber provocado, presuntamente, incendios forestales.




