La IA supera a los estudiantes de PISA en lectura y ciencias pero pierde en matemáticas
Estudios de la OCDE y FUNCAS constatan que aun existen nichos cognitivos de la Inteligencia Artificial donde la ventaja humana se mantiene
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Madrid
Es ya el gran reto en la educación: cómo integrar la Inteligencia Artificial (IA) en las aulas. Ya no es un reto a futuro. La IA está aquí y los estudiantes la tienen a un golpe de pulgar en sus manos.
Los investigadores de FUNCAS han constatado, a través de varios estudios reunidos en su última publicación (Papeles de Economía Española 184 - La inteligencia artificial en el sistema educativo), que la IA no se puede quedar fuera de los centros escolares y que es necesario integrarla en nuestro sistema educativo.
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Uno de los estudios más recientes que ponen sobre la mesa en esta publicación es el que ha elaborado la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) con los últimos resultados de su prestigioso informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes).
La OCDE ha sometido a ChatGPT a las mismas pruebas que realiza cada tres años a los estudiantes de 15 años de los países que conforman esta organización. ChatGPT ha conseguido un 85% de aciertos en comprensión lectora frente al 57% de aciertos de los alumnos.
Los resultados son también abrumadores para la IA en cuanto a competencia científica: 84% de aciertos para ChatGPT frente a un 53% de aciertos entre el alumnado. Sin embargo, la ventaja se revierte en matemáticas. Los estudiantes resuelven correctamente el 51% de los ejercicios mientras que ChatGPT consigue un 40% de aciertos.
Según FUNCAS, esto demuestra que todavía existen nichos cognitivos donde la ventaja humana se mantiene aunque la IA avanza rápido en la mejora del rendimiento.
"El uso de la IA si que pueden ser una oportunidad si se usa bien para el aprendizaje", explica a la SER Ismael Sanz, catedrático de economía aplicada y uno de los autores de este estudio. El uso más interesante para Sanz sería convertir a la IA en un tutor individualizado, lo que, asegura, ayudaría sobre todo a los alumnos más rezagados.
Otras formas de usar la IA
"Un uso positivo es el empleo de chatbots, tutorías guiadas por IA, que permite a los estudiantes que tienen problemas hacer ejercicios y tener una respuesta individual, ver en qué fallan, tener un feedback inmediato", explica Sanz.
Los investigadores de FUNCAS creen que la IA se puede adaptar al ritmo de aprendizaje de cada alumno y trabajar con ella los aspectos donde haya más necesidades educativas. Para eso es fundamental que haya docentes formados y que sean ellos los que vertebren este tipo de uso.
"Un uso guiado por los docentes, organizado por los propios docentes, observado en clase, con herramientas que ya existen en este sentido, sería lo más recomendable", asevera este investigador.
Es más, bien utilizada, la IA puede llegar allí donde el docente no llega. "La IA permite que el estudiante haga los ejercicios y conocer los errores de manera inmediata y el por qué de los errores", explica Sanz. "Evidentemente un docente no puede atender de manera individualizada a los estudiantes en clase, pero si hay un buen uso van a tener disponible esa ayuda de forma continua", añade.
FUNCAS hace suya la propuesta de otro investigador, Francesc Pujol. La llamada “Regla de Oro”: formular preguntas solo sobre lo que ya se comprende, para evitar una ilusión de aprendizaje y fortalecer el pensamiento crítico.