La asfixia de los alquileres temporales condiciona el arranque del curso universitario: "Vamos a pagar 750 euros por habitación y hemos tenido suerte"

Madrid

Al regreso a las aulas y la vuelta a la rutina, las mudanzas se suman ya a la lista de clásicos de septiembre. En plena crisis de acceso a la vivienda, se calcula que más de 1,4 millones de estudiantes arrancan este año un nuevo curso universitario: muchos tienen que buscar piso fuera de casa y el alquiler temporal de habitaciones se convierte en gasolina para los abusos en este arranque de curso.

La oferta de este tipo de contratos se ha disparado un 24% en un año, según Idealista, pero eso no quiere decir que haya más viviendas disponibles, sino todo lo contrario. El trasvase de los alquileres de larga duración hacia los temporales está empujando al alza los precios y obligando a muchos estudiantes a aceptar condiciones abusivas.

De media, el alquiler de habitaciones se ha encarecido un 55% en tres años en España, por encima del 33% que han subido el conjunto de viviendas de arrendamiento, según datos de los portales Idealista y Fotocasa.

"Pagábamos 1.100 euros al mes y nuestro casero nos quería subir a 2.500 porque había gente que le daba esa cantidad", cuenta Jorge (23 años), que sujeto a un alquiler temporal, ha tenido que cambiar de piso por tercera vez desde que empezó a estudiar Ingeniería Agroalimentaria en Pamplona. "O buscas con tres o cuatro meses de antelación o es muy difícil encontrar algo decente", explica.

Y es que la crisis de acceso a la vivienda empieza a tensionar ya algunas regiones como Navarra o la Comunidad Valenciana. En las comunidades de mayor presión, como Madrid, la habitación cuesta de media 585 euros/mes, un 54,3% más que hace tres años. En Cataluña (618 euros/mes) se ha encarecido un 61,6%. Mientras en el País vasco (583 euros/mes), han subido un 80,2% desde agosto de 2022.

Los precios expulsan a los más vulnerables

Patricia (estudia Derecho y Relaciones internacionales) y Amelia (en tercer curso de Ingeniería Matemática y Economía) compartirán piso este curso en Madrid con otras tres estudiantes. De media, cada una va a pagar 750 euros al mes por su habitación después de una búsqueda complicada en el entrono de Ciudad Universitaria en Madrid.

"Hemos tenido una suerte que ni nos la creemos", nos dicen después de seis meses de odisea inmobiliaria. "El primero que responde al mensaje es el primero que está citado y tiene prioridad. Pero luego llegas a ver un piso y tienes a otros ocho grupos esperando. Es una locura", cuenta Amelia.

La escasez de oferta convierte las zonas universitarias en una olla a presión. "Lamentablemente, las personas más jóvenes y más vulnerables tienden a quedarse fuera. Cuando los propietarios reciben tantísimos perfiles, siempe hay alguien que paga más", explica Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.

"Hay muchísima gente esperando para un mismo piso. Muchas veces, llegas sin saber nada y ves que son 120 m2 para cinco personas, habitaciones enanas y por 950 euros por cabeza", cuentan resignadas.

Alquileres de temporada: la regulación que nunca llega

El Congreso de los Diputados está tramitando una proposición de ley impulsada por los grupos parlamentarios a la izquierda del PSOE, que pretende equiparar estos arrendamientos temporales a los de vivienda habitual para desincentivar su uso.

A día de hoy, hay una laguna legal rodeando este tipo de arrendamientos: quedaron fuera de la Ley Estatal de Vivienda, así que permiten subidas ilimitadas incluso en las zonas de mercado tensionado.

El Gobierno está a favor de la regulación de los contratos de temporada y desea que la iniciativa parlamentaria promovida por dos de sus socios de coalición (Sumar y ERC) salga adelante, según explican fuentes del Ministerio de Vivienda a la SER. Preguntados sobre esta problemática, instan a las Comunidades Autónomas a que apliquen la Ley de Vivienda para "acabar con la especulación" y e "impedir las subidas abusivas entre un contrato y otro, sean del tipo que sean".