Un exfutbolista sirviendo el catering: la oportunidad de negocio encontrada por Nacho Garro

Madrid

Nacho Garro conoce bien el terreno de juego, pero también todo lo que implica el mundo del fútbol. Tras pasar por equipos como el Eibar, Mirandés y Alavés dio un giro a su vida, con 31 años, y decidió que los bocadillos fríos postpartido que tanto ha sufrido iban a pasar a formar parte del pasado. Eso fue hace 12 años.

Empezó con una pizzería en Madrid y pensó que quizá a sus excompañeros les interesaría comer algo diferente después de sus partidos. A día de hoy, más del 90% de los equipos de La Liga, ACB, Segunda, Segunda REF, Primera Iberdrola o Liga Femenina Endesa pueden elegir en La Mendozina diferentes tipos de carne o pescado, incluso "pokes, pizzas o ensaladas" como nos explica Nacho Garro.

Su relación con el equipo médico y nutricionista de los equipos es constante para poder aportar a los clubes un menú lo más adaptado posible. Por ello se han ajustado a una evolución que tiene como resultado un fútbol mucho más refinado y diverso que el de hace décadas. Nuevas realidades que antes no eran tenidas en cuenta o tan habituales, como los productos halal, veganos y las intolerancias y alergias de distinto tipo, les ha permitido ampliar su catálogo hasta cerca de un centenar de referencias para ofrecer a los clubes . "La carta es exactamente la misma para todos los equipos y todas las divisiones", comenta Garro, quien en cuestión de dos días puede llegar a servir a diez equipos diferentes.

"He sido futbolista durante catorce años y es verdad que el estado anímico influye mucho", comenta Garro, aunque aclara que su trabajo llega hasta la elaboración de las comidas. La experiencia que ha sumado en el terreno de juego le ha permitido entender la importancia de la nutrición en un deporte tan exigente y encontrar una oportunidad de negocio para intentar mejorarlo.

Pero aparte de un negocio, La Mendozina es el resultado de fusionar dos pasiones en un mismo camino. Juntar fútbol y comida para ofrecer un menú de calidad que más de trece mil deportistas consumen cada año y dejar así atrás esos tiempos del bocadillo frío en una bolsa. Quién mejor que un exfutbolista para cuidar de otros futbolistas.