Tradwives: el peligro de la nostalgia
Rosa Moreno, experta en sociología de la moda, analiza el fenómeno de las 'tradwives' y la relevancia de su estética

Tradwives: el peligro de la nostalgia
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El fenómeno de las 'tradwives' evoca a la sociedad norteamericana de los años 50. Se fundamenta en el modelo de ama de casa que surge en Estados Unidos, después del New Deal con la implementación de la clase media.
Nace del estereotipo de "ángel del hogar" que hemos visto millones de veces en la gran pantalla. Podríamos ilustrarnos en series como Mad Men o Mujeres Desesperadas, por la cárcel aparentemente deseada en la que vive Betty Drapper o por el ambiente de Wisteria Lane de barrio residencial de élite. Como película podemos citar La Sonrisa de la Monalisa, con Julia Roberts.
En los últimos años, los perfiles de redes sociales con estética tradwive están alcanzando un gran éxito. En ellas, mujeres que se dedican al cuidado del hogar —en su más amplia dimensión— y con una estética que emula la de antaño, dan consejos prácticos y defienden una manera de vivir que, a día de hoy, podría resultarnos anacrónica.
Su estética es muy estereotípica y, de algún modo, romántica. Nos transporta a la esencia del hogar perfecto. El corte de los trajes es conocido como silueta flor o línea corola, y viene de París. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue Christian Dior quien designó la línea para la "mujer flor" que, después del utilitarismo y el pragmatismo de la posguerra, devolvió a la capital francesa el dominio de la industria y su relación con el glamour y el lujo.
Los looks de las tradwives suelen complementarse con accesorios —muchas veces a juego— que tienen que ver con este rol, como delantales, manoplas de cocina y hasta electrodomésticos o bayetas. En este ámbito, la diseñadora estadounidense Claire McCardell fue muy relevante. Fue la primera en ser portada de la revista Time, creadora del American Look y de los icónicos Kitchen Dinner Dress (vestido de cena de cocina) y Popover Dress (vestido popover). Diseñó manoplas de cocina a juego con los vestidos y su precio popular hicieron de McCardell una diseñadora exitosa e icónica.
En la actualidad, esta tendencia está teniendo gran resonancia no sólo por ser una estética muy atrayente —looks limpios, coloridos, clásicos—, sino que también por el auge de la ultra derecha global. Las tradwives ensalzan un modelo en el que el hombre es el proveedor económico de la familia nuclear heteronormativa, y la mujer encuentra su realización en la labor doméstica. Aún así, esta tendencia encierra algunas problemáticas y paradojas puesto que, pese al modelo de familia que venden, las dueñas de estos perfiles monetizan la venta de sus propuestas e incluso han creado nuevas líneas de emprendimiento.




