El gran misterio detrás del hombre pez: el personaje más icónico del Bosco y qué representa

Madrid

El neerlandés Jheronimus van Aken, popularmente conocido el Bosco, fue un pintor adelantado a su época. Un artista que se alejó de las escenas religiosas y los retratos realistas que pintaban algunos de sus coetáneos para explorar la fantasía a partir de todo tipo de obras, a cada cual más surrealista. De hecho, a día de hoy se considera como uno de los precursores de este movimiento, a pesar de que este no llegaría hasta mucho tiempo después. Todo ello gracias tanto a su estilo de pintura peculiar como a su visión crítica de temas de lo más mundanos como los vicios y pecados de su época.

Sobre él hemos hablado en el último programa de SER Historia, a quien le hemos dedicado el Cronovisor de esta semana. Un Cronovisor muy especial en el que, además de Jesús Callejo, también hemos contado con la presencia de Javier Sierra, quien nos ha ofrecido algunos detalles cuanto menos peculiares de un artista trascendental en la historia de la humanidad. Muchos de ellos relacionados con algunas de sus obras más famosas, entre las que destacan algunos títulos como El jardín de las delicias o El carro de heno, ambas pintadas en el año 1515.

La historia del hombre pez

Entre ellas, el significado del hombre pez. Un personaje bastante recurrente en las obras del artista, con un profundo significado por detrás, tal y como ha explicado Javier Sierra: "Es un pescado que tiene patas humanas al que vemos tirando del timón del carro de heno. Ha recibido muchas interpretaciones a lo largo de la historia, pero a mí me ha conectado con esos mitos donde se hablaba de los hombres pez de la prehistoria". En ese momento, Jesús Callejo nos ha redirigido a la Crónica de Beroso. Un texto, escrito por un sacerdote del siglo tercero antes de Cristo, que hablaba acerca de los siete sabios mesopotámicos.

Las visiones simbólicas de El Bosco

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Una especie de semidioses, creados por el dios Enki, que fueron enviados a la humanidad para otorgarle la sabiduría y las artes de la civilización como la escritura, la medicina y la agricultura. Entre ellos destaca la figura de Oannes, quien según cuenta la leyenda fue el primero que surgió del agua para enseñar a la humanidad: "Oannes era descrito en las tablas babilónicas como un hombre vestido de pez, o un hombre mitad hombre, mitad pescado, que salía todas las mañanas del río Tigris para enseñarles las ciencias a los antiguos mesopotámicos".

Un adelantado a su época

A pesar de que durante la época del Bosco no se conocía nada acerca de este personaje, pues las tablas cuneiformes no serían descubiertas por los ingleses hasta el siglo XIX, el artista le pintó por primera vez tirando del carro de heno, que representa al planeta Tierra. De ahí que se considere un gran misterio la incursión de este personaje en sus obras. Porque el hombre pez aparece en El carro de heno, pero también en otras obras como El jardín de las delicias. En esta ocasión, el hombre pez aparece sujetando un libro como símbolo de la sabiduría en el paraíso y tampoco debería estar ahí.

Por lo tanto, nadie sabe de dónde le vino esta inspiración. A pesar de que no conocimos a estos personajes hasta el siglo XIX, El Bosco ya comenzó a relacionar a estos hombres pez con la sabiduría en el siglo XVI, demostrando una vez más que era un adelantado a su época en todos los sentidos.