De Lorca a Octavio Paz, poesía contra la barbarie

"Es difícil hablar de cultura, de teatro y de poesía mientras están bombardeando a seres humanos en Gaza". Con estas palabras, el director artístico del Teatro de La Abadía, Juan Mayorga, presentaba la primera producción propia de la temporada. Los amores feroces, una obra que recopila los poemas, ensayos y cartas del Premio Nobel de Literatura Octavio Paz, para hablar del amor, el erotismo y la sexualidad en las diferentes etapas de la vida. De las mujeres que le amaron y de sus amantes.

Jorge Volpi firma la dramaturgia y Rosario Ruiz Rodgers la puesta en escena. Es una de las primeras obras que ha contado con una coordinadora de intimidad para las escenas de sexo, que son muchas. Esa figura que el nuevo Estatuto del Artista exigirá en rodajes de escenas sexuales. "Queremos dar respuesta a la guerra con el amor desde el escenario", añadía la directora, que ha trabajado en La Abadía desde su fundación.

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Con Los amores feroces, el teatro madrileño insiste en construir ese espacio que han llamado Poetas en la Abadía, en el que resuenan las voces más altas de América Latina, como son las de los mexicanos Paz y Volpi. "Había que contar por lo menos tres de las grandes historias de amor que Paz vivió a lo largo de su vida", ha señalado Volpi durante el acto de presentación. Estas mujeres representan a su vez "el amor en la juventud, la vejez y la muerte", ha añadido Ruiz Rodgers, quien se ha referido a su trabajo como un "collage" de historias y referencias que ha tomado forma gracias un equipo que mezcla "la hispanidad" con alusiones a otros acentos y lenguajes.

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Aunque se antoje complicado, como apunta Mayorga, la poesía nos ofrece el tipo de formación que nos dispone para la muerte de un ser querido, para una emigración o un desengaño. También para manifestar nuestra vergüenza por el dolor en Palestina. Miriam Reyes, Premio Nacional de Poesía 2025, nos decía en A Vivir Galicia que la poesía no va de entenderla o no entenderla, sino de entrar en ella. Con se titula su premiado poemario, publicado por La Bella Varsovia, "que participa de la conversación pública en lo que respecta a los vínculos, el territorio de lo mutuo, hasta darle un excepcional sentido cósmico a las dimensiones de la relación con el otro. Desde la desnudez de la conciencia y del cuerpo”, destacaba el jurado.

Miriam Reyes, Premio Nacional de Poesía 2025: "En Galicia hay voces muy importantes, la poesía gallega es enorme"

Para Reyes es muy importante "el vínculo, los sentidos de reunión, de cooperación, de compañía y la otredad, la diferencia que cualquier persona tiene con otra y cómo esa relación es a veces conflictiva". "Habla de las relaciones y de los afectos, que para mí son muy importantes y dan sentido a la vida. Sin afecto no podemos vivir, sin el contacto humano", afirma.

También con La Bella Varsovia ha publicado Marta Sanz su nuevo poemario. Se titula Amarilla y él recoge los dolores más íntimos y los colectivos, porque lo íntimo es político, subraya la escritora. Del paso del tiempo, la vejez o la enfermedad, al genocidio del pueblo palestino, la precariedad y no poder pagar la factura de la luz o el auge de la ultraderecha. "El dolor tiene que servir para señalar las grietas de la realidad", dice Sanz, para quien la escritura "es un acto de júbilo, que nos ayuda a empatizar con los demás y a establecer un diálogo y una conversación, aunque esa conversación no sea siempre complaciente ni dulce".

Marta Sanz: "No podemos expresar con nuestras palabras el dolor del pueblo palestino, pero sí dar testimonio de nuestra vergüenza y nuestra culpa"

También recibimos en La Hora Extra a Yolanda Castaño, Premio Nacional de Poesía 2023, que acaba de publicar su primer ensayo, sobre la precariedad del sector cultural en general y de la poesía en particular. Economía y poesía: rimas internas, con Páginas de Espuma, es una reflexión sobre la creación y los creadores, la no remuneración o escasa de los trabajadores artísticos, del poder transformador de la poesía desde lo íntimo a lo colectivo. Porque la poesía trabaja nuestra educación sentimental y también nos ayuda a resignificar el mundo.

"Desde la muerte de un ser querido, el duelo, una emigración o una ruptura sentimental, la poesía nos pone en los zapatos emocionales de otra persona, nos educa y tira de nuestra inteligencia, como nos educan las películas o las letras de las canciones", advierte Castaño. "También nos ofrece nuevas formas de interpretar el mundo y la vida, porque, si siempre estamos repitiendo como un loro los mismos mantras y los mismos lemas, estamos asumiendo como supuestas verdades absolutas sin arremeter contra ellas ni cuestionarlas".

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¿De qué hablamos cuando hablamos de vivir de la poesía?, ¿cómo vivir de la poesía? Son preguntas fundamentales que atraviesan este ensayo, en el que aborda la precariedad de los trabajadores culturales. "Emprender y mantener una carrera literaria exige muchos sacrificios y renuncias, una tiene que ser multitarea y no siempre está reconocido ni pagado", denuncia la escritora, que recoge experiencias personales demasiado frecuentes. El que no se remunere el trabajo artístico, que se pague con una moneda simbólica que es el cariño, el reconocimiento o el prestigio. Acudir a un recital o ser miembro de un jurado gratis, porque eso te da visibilidad. "Pero escribimos desde un cuerpo, con unas necesidades materiales, los escritores también tenemos hambre", lamenta Castaño.

Premio Nacional de Poesía 2023, con Castaño hemos abordado también el sistema literario gallego, "pequeño y plagado de relaciones humanas". La lengua minorizada o el daño que ha hecho la digitalización a la poesía. Toda la conversación este lunes en nuestra web y en tu plataforma de audio favorita.

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El teatro también se ha llenado de poesía. En el Fernán Gómez de Madrid Jesús Torres firma, interpreta y dirige Poeta [perdido] en Nueva York, una adaptación teatral que combina el poemario y las cartas que Federico García Lorca envió a su familia desde Nueva York. Después de reflexionar sobre el racismo, la homofobia, la violencia y la masculinidad en Puños de harina, el actor se mete en los zapatos del poeta para emprender un viaje a la Gran Ciudad, buscando la paz que no encuentra en Madrid, pero se da de bruces con el Nueva York del crack del 29. La deshumanización y la depresión que encuentra al otro lado del océano inunda su poesía y la cambia para siempre.

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"Es una mirada con muchísimo amor y precaución a un paisano, a un poeta, a Lorca. Yo siempre he tenido mucho miedo en tocar la palabra de Lorca. En el poemario Poeta Nueva York encontré algo que no entendía y, cuando algo no lo entiendes, es mucho más interesante que lo que entiendes de primera", decía Torres en la presentación. "En el 29, Federico está muy lejos de ese Federico víctima y mártir que va a ser luego, es un joven que casi que se va de Erasmus, para entendernos, promete que va a aprender inglés, no aprende ni una sola palabra y escribe a su madre y a su padre diciéndole que está bien y está todos los días comiendo macarrones, como cualquier Erasmus, entendedme la broma".

Poemas como El rey de Harlem, Ciudad sin sueño o la Oda a Walth Whitman se combinan con otros del Diván del Tamarit, cartas y obras como El público. "He usado esos poemas de Federico para contar una historia. Yo era consciente de la dureza de su poemario surrealista y lo he aderezado con otros para aliviar esa carga tan intensa de Poeta en Nueva York, dándole un sentido personal", explicaba Torres.

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Lorca sigue fascinando. El poeta aparece en 1936, la gran cronología de la Guerra Civil que el Centro Dramático Nacional ha repuesto para empezar esta nueva temporada. Al Teatro Español regresa el año que viene Una noche sin luna, de Juan Diego Botto, un viaje contemporáneo por la vida, la obra y el pensamiento del poeta granadino. Y en este episodio de La Hora Extra nos acercamos a Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva. Un espectáculo que nace a partir de la figura de Lorca y viaja, a través del objeto documental, por la relación entre el pasado reciente y el presente de nuestro país.

Hace algo más de 15 años nace Proyecto 43-2, de la mano de Alba Muñoz y María San Miguel, compañía de teatro documental que toma el nombre de su primer trabajo, una trilogía sobre la violencia en Euskadi. Teatro político y social, con largos procesos de investigación, como el que está detrás de Federico, un encargo que les llega para romper con el silencio en Valderrubio, el pueblo donde estaba la casa de la familia de Lorca. Aquí es donde comienzan las investigaciones, que intentan contestar a las preguntas de dónde está enterrado Lorca, de cómo lo mataron, y que permite recuperar la memoria de los fusilados en aquellos primeros meses de terror caliente. Un trabajo que llevan a cabo junto al equipo científico de la Universidad de Granada, que trabaja en las exhumaciones del Barranco de Víznar.

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La pieza se estrenó en Valderrubio y Fuente Vaqueros, lugares lorquianos por excelencia, y se ha representado en espacios tan significativos como el Barranco de Víznar o el Congreso de los Diputados. Ahora ha llegado al Teatro del Barrio en Madrid. El proyecto está atravesado por la memoria, la ruptura del silencio, el relato oral, el pasado y el presente del mundo rural y la violencia. No te pierdas la conversación con Alba Muñoz y María San Miguel sobre la violencia que sufrieron los represaliados, especialmente las mujeres, que fueron borradas de la historia.

'Federico. No hay olvido, ni sueño: Carne viva'. Teatro que recupera la memoria de los fusilados por el franquismo

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La poesía también está presente en la sede del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares, que ha inaugurado la exposición «Amores raros. Poemas para celebrar el matrimonio igualitario». La muestra reúne pintura, fotografía, arte textil y poemas. Obras de Ouka Leele o Nazario dialogan con otras de Mario Obrero o Luis Antonio de Villena. La exposición, que estará hasta el 16 de noviembre en la sede complutense, presenta una selección de 20 poemas de amor y desamor acompañados de obras de arte seleccionadas para situar el texto en un contexto plástico y estético, de poetas y artistas de procedencia española y latinoamericana y representantes de diferentes generaciones.

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"Es muy importante tomar conciencia de lo que ha significado escribir dentro de un ámbito de discriminación, de lo que ha significado luchar contra la discriminación, de lo que ha significado el crecimiento de la poesía desde la perspectiva de los amores raros y de los amores oscuros en el Grito hacia Roma, el gran poema contra el autoritarismo de Federico García Lorca. Pues no solo se combate contra el hambre, no solo se combate contra la persecución de las mujeres, contra los latidos de la guerra que se estaba preparando. Se combate también en favor de los adolescentes que sentían el beso punzante bajo las almohadas, porque no podían hablar libremente de su homosexualidad", decía Luis García Montero.

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Y terminamos con Belén Aguilera, a quien la poesía, las letras que escribe de las canciones que compone, también le han ayudado a superar momentos íntimos, como el duelo por la muerte de su abuela Soledad, a quien dedica uno de los temas de su nuevo disco, Anela, acrónimo de "Aunque no exista la arcadia". Es su cuarto álbum, el más personal de la catalana. Una historia sobre los sueños, perseguir el deseo, una búsqueda de la identidad. Una invitación a escucharse, a entenderse, a bailar con el caos, dice la artista.