Cómo nació la expresión 'echar un polvo' y por qué seguimos utilizándola
Todo comenzó entre los burgueses franceses
El curioso origen de la expresión 'echar un polvo' y por qué seguimos utilizándole a día de hoy
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Madrid
Seguro que en más de una ocasión has escuchado a alguien decir que ha 'echado un polvo' con otra persona. A día de hoy, la sociedad recurre a esta expresión para compartir con terceras personas que ha mantenido relaciones sexuales recientemente. Y, a pesar de que pueda parecer una expresión burda o poco refinada, pues a día de hoy podríamos llegar a pensar que describe a la acción de retozar por el suelo, el origen de la misma es mucho más sofisticada de lo que podríamos llegar a pensar. De hecho, los primeros que comenzaron a echar los primeros polvos fueron los nobles franceses de mediados del siglo XVIII, quienes recurrían a esta excusa para encontrarse con sus amantes y dar rienda suelta a su amor más furtivo.
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Un tema sobre el que hemos hablado en El Faro de la Cadena SER, donde Mara Torres y sus tertulianos Edu Galán, Edu Madina, Antonio Lucas y Gómez Santander han hablado sobre el polvo en todas sus acepciones. Y después de hablar tanto sobre el polvo de estrellas como de las drogas que se relacionan con este elemento, la directora del programa ha sacado a la palestra el origen de la expresión 'echar un polvo': "¿Sabéis de dónde viene la expresión echar un polvo?".
"Era una cuestión muy francesa"
En ese momento, los tertulianos han comenzado a hablar acerca del origen de esta expresión y cómo ha trascendido hasta nuestros tiempos: "Pues surge más o menos a mediados del siglo XVIII, cuando la sociedad esnifaba polvo de rapé". Hablamos sobre un tipo de tabaco secado, molido y a menudo aromatizado, que era comercializado para ser consumido por la vía nasal. Un producto, que era mal visto entre la sociedad de por aquel entonces, y que llevaba a más de una persona a no consumirlo en público: "Cuando lo esnifaban se iban de la sala para que nadie les viera porque entendían que estaban haciendo algo prohibido".
Pero también porque provocaba estornudos, por lo que aquellas personas que consumían este tipo de productos preferían abandonar la sala antes de que les diera el ataque de estornudos: "Muchas veces, lo que ocurría era que abandonaban la sala e iban a buscar a su amante. Decir que iban a echar un polvo era la excusa perfecta para encontrarse con su amante, que estaba en la sala contigua o en el jardín y dar rienda suelta a su amor. Esto era una cuestión muy francesa y muy burguesa de las casas del siglo XVIII".
El término fue evolucionando
Lo que en primer lugar fue la excusa perfecta para encontrarse con la amante, con el tiempo fue evolucionando: "La idea original de echar un polvo era invitarte a rapé. Pero claro, como llegó convertirse en la excusa perfecta para salir del salón e irte a la habitación contigua para estornudar tranquilamente con la persona con la que te querías encontrar, pues terminó equiparándose a la palabra coito".
Por lo tanto, los tertulianos de El Faro consiguieron hablar tanto de la cocaína como del polvo de rapé y la expresión echar un polvo en cuestión de minutos. Todo ello para, a continuación, adentrarse en muchos otros términos más como polvo estelar o el polvo en el que nos convertimos una vez somos incinerados.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...
