Estar en el "aquí y ahora": cómo nuestro GPS neuronal navega por la realidad
La neurocientífica Liset M. de la Prida investiga en el Instituto Cajal cómo nuestro cerebro es capaz de recordar el camino a casa, encontrar la salida de una habitación u organizar los recuerdos a lo largo del tiempo

Estar en el "aquí y ahora": cómo nuestro GPS neuronal navega por la realidad
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Si Ramón y Cajal levantara la cabeza y se asomara al laboratorio de Liset M. de la Prida en el centro de investigación que lleva su nombre, probablemente se quedaría con la boca abierta. El Nobel español de Medicina en 1906 dibujó unas flechas en sus famosas ilustraciones porque logró darse cuenta de que los flujos de información cerebral tenían una dirección. Esas flechas son la actividad neuronal y hoy, en 2025, el equipo de Liset es capaz de verla en directo y en movimiento en el Instituto Cajal de Madrid: "ahora podemos 'clarear' el cerebro y quitarle opacidad a ese tejido para ver con nitidez las neuronas e identificar circuitos concretos; los avances en neuroanatomía son impresionantes".
Nuestro cerebro siempre tiene localizada la salida
Comprender mejor cómo nuestro cerebro cartografía el espacio y el tiempo es uno de los objetivos del Laboratorio de Circuitos Neuronales que dirige De la Prida, y es que detrás de preguntas tan obvias como "¿dónde estoy?" se esconde uno de los misterios más fascinantes de la neurociencia moderna: entender el “GPS neuronal” que nos permite no solo saber dónde estamos, sino también recordar el camino a casa, intuir cómo se sale de un lugar o saber en qué punto del tiempo nos encontramos. "Saber hacia donde dirigirnos es un mecanismo ancestral que nos ayuda a orientarnos y a saber qué camino hemos hecho hasta llegar aquí. Esta es la primera vez que yo estoy en la Cadena SER, pero ya me he hecho un mapa mental de este estudio y, si de repente tuviera que salir, ya sabría volver al ascensor", explica, "y lo haría porque mi cerebro ha organizado los acontecimientos que ha vivido a lo largo de la mañana y los ha grabado en mi memoria, aunque los haya vivido solo una vez". Ese maridaje entre el espacio y el tiempo donde suceden las cosas queda registrado en nuestro cerebro gracias al GPS neuronal.
¿Quién se orienta mejor?: alocéntricos y egocéntricos
A la pregunta de ¿por qué unos nos orientamos mejor o peor que otros?, la investigadora responde que "sí, es cierto, y tiene que ver con lo que en el argot científico llamamos ser más alocéntrico o egocéntrico. Los primeros se apoyan en pistas más globales, como el norte, el sur o la salida y puesta del sol, y son capaces de abstraerse y ver el plano de la ciudad 'desde arriba'. Los segundos, sin embargo, descansan en pistas más próximas a ellos, como su izquierda y su derecha. Son sencillamente circuitos neuronales distintos", cuenta. Pero tranquilos, la orientación también se entrena. "Las habilidades cognitivas se entrenan, y lo hacen si establecemos nuevas asociaciones. Cuando aprendemos un atajo para llegar a la calle Gran Vía desde Sol, por ejemplo, nuestro cerebro registra el truco y a partir de ese momento recurrirá a él siempre que lo necesite"; ahora bien, si recorremos la ciudad sin prescindir de Google Maps... "pues no desarrollaremos esta habilidad en la misma medida, porque descansamos en un dispositivo esta tarea".
Estas y otras cuestiones, como por qué un olor puede transportarnos instantáneamente a la infancia o qué ocurre en el cerebro cuando soñamos con lugares que no existen, son preguntas que esta neurocientífica se ha hecho y contesta en el libro Cerebro, espacio y tiempo, que publicará en octubre la editorial Guadalmazán. Puedes escuchar la charla completa que han mantenido con ella Javier del Pino, Pere Estupinyà y Javier Sampedro sobre el estudio de la actividad neuronal y la construcción mental del tiempo.

Isabel Bolaños
Es productora y guionista de ‘A vivir que son dos días’ desde 2016. Se graduó en Periodismo y Comunicación...




