No es país para pilotos, a no ser que tengas 100.000€

Madrid

El año pasado, los aeropuertos españoles registraron un tráfico de 309 millones de pasajeros y para este ejercicio, AENA prevé que la cifra alcance los 320 millones. Según estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el volumen de pasajeros en España crecerá a un ritmo medio anual del 3,9% en los próximos años. Un pronóstico que comparte ACI World, que sitúa a nuestro país como el quinto del mundo con mayor tráfico aéreo en 2042. El diagnóstico es el mismo: el turismo sigue creciendo sin control y la presión aeroportuaria va a ir a más.

Con todo esto se plantea un problema para las aerolíneas, porque tienen que cubrir esa demanda con más frecuencias, más aviones e inevitablemente más pilotos.

Si quieres ser piloto, necesitas unos 100.000 € para la formación

Cada vez hay más pilotos que consiguen su licencia, solo en 2024 fueron expedidas hasta 984 licencias por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Si echamos la vista atrás, hemos registrado un aumento del 79% en la expedición de licencias desde 2015, lo que demuestra que la demanda por estos estudios existe. Una demanda que también está viéndose respaldada por un incremento del 18% en los centros de formación autorizados por la AESA, de 28 en 2020 a 33 en 2025.

Existen varios tipos de licencia en este sector, pero hay tres que son clave para pilotar un avión de una aerolínea comercial. La licencia CPL es la de piloto de aviación comercial, pero previamente hay que sacarse la PPL, que es la de piloto de avión privado. Con esta, el aspirante tiene que hacer, al menos, 150 horas de vuelo, la mayoría al mando del avión y sumar hasta 200 para poder presentarse al examen. Una vez tienes esas licencias, puedes aspirar a la ATPL, que es la licencia de piloto de línea aérea y que suelen exigirla la mayoría de compañías con hasta 1.500 horas de vuelo y una formación para el tipo de avión que operan.

Para ser piloto en España hay cuatro vías y dos de ellas, que son las más rápidas y directas, son muy prohibitivas:

• Curso integrado en una escuela privada: tiene una duración de dos años y puedes acceder directamente al ATPL. El problema que plantea es el precio, solo en la escuela de Adventia, por ejemplo, son unos 99.000 €.
• Grado Universitario + horas de vuelo aparte. Solo lo ofrecen tres centros en España, que son la Universidad de Salamanca, la Universidad Rovira i Virgili​ y la Universidad Politénica de Madrid. En todos los casos es necesario complementar la carrera con las horas de vuelo que han de pagarse aparte y esto encarece mucho el coste. En la USAL el precio asciende a 138.000 €.
• Sacar cada licencia por separado. Es una opción más lenta, pero que permite al aspirante ir pagando poco a poco la formación. Primero la CPL, luego la PPL y después la ATPL.
• Pasar por el Ejército del Aire con funciones de piloto militar para, después de varios años, conseguir convalidar esa experiencia como una licencia de piloto de aviación comercial.

"El coste de la carrera hace que la gente lo deje"

Diego ha tenido que optar por la vía más lenta e ir sacando cada licencia y la primera, la PPL, ya le ha costado casi 10.000 €: "Voy una a una hasta completar todas las licencias y sacarme la de piloto comercial". En su caso, miró tanto el grado universitario como el curso integrado, pero acabó descartándolo: "El desembolso era prácticamente el mismo, pero al final tampoco me merecía tanto la pena porque la nota de selectividad que te pedían era muy alta y no había casi plazas". Su máxima aspiración es ser piloto de emergencias, pese a que sabe de la precariedad del sector y que, en España, la demanda se concentra en verano. Aun así, su consejo para todos aquellos que se planteen pilotar un avión es bastante claro: "O es tu sueño o si vienes aquí para probar y haces un desembolso muy grande no merece la pena, porque no lo vas a recuperar".

Hay otras historias al otro lado de la trinchera de la formación, historias como las de Vega, una alumna de 4º curso del grado de Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas de la USAL. Ella es consciente de que el coste de la carrera es bastante prohibitivo. "Muchos me han preguntado, porque les interesa hacer esta carrera y una vez que conocen el coste, deciden no empezar o lo dejan a mitad de carrera".

Es necesario un estímulo de ayudas públicas

Desde el Sindicato de Pilotos (Sepla) aseguran que la solución pasa, sí o sí, por un estímulo de lo público, ya sea con un programa de becas o de ayudas. Hay mucha demanda de pilotos y esta se puede llegar a cubrir, pero solo si se le da el estímulo necesario. "No nos parece justo y es un evidente agravio comparativo con otro tipo de profesiones, ya que personas que podrían tener una capacidad tremenda para poder ser pilotos no pueden serlo por un tema económico", señala Jorge Martínez Gray, secretario de Sepla.