La clave de Leonardo da Vinci para convertirse en una de las mayores mentes de la historia
Christian Gálvez cree que pensaba de una forma bastante peculiar

La clave de Leonardo da Vinci para convertirse en una de las mayores mentes de la historia
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Madrid
Leonardo da Vinci es considerado por muchos como uno de los genios más importantes todos los tiempos. A pesar de que murió a los 67 años de edad, el polímata florentino tuvo tiempo más que de sobra para desarrollar máquinas voladoras como el ornitóptero, carros blindados o incluso los primeros puentes giratorios. Pero no solo eso. También creó obras tan conocidas como La Gioconda, la Última Cena o El hombre de Vitruvio, demostrando así su versatilidad en todas las artes. Por lo tanto, Leonardo da Vinci era, además de un gran artista, una mente inquieta que estaba creando y creando cosas constantemente.
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Un tema sobre el que hemos hablado en el último programa de SER Aventureros, en el que el presentador de televisión Christian Gálvez nos ha hablado acerca de este personaje tan pintoresco y sobre todo lo que hay detrás del mismo. Y sabe de lo que habla. Durante estos últimos años, Gálvez ha publicado varias novelas que han girado en torno al genio del Renacimiento. Desde Leonardo da Vinci -cara a cara- ¿Cuál era el verdadero rostro del maestro?, hasta otras como Gioconda descodificada. Retrato de la mujer del Renacimiento. De esta manera, se ha convertido en una voz más que autorizada a la hora de hablar sobre su figura y sobre qué entraña la misma.
La mentalidad de un niño
En un momento dado de la entrevista, José Luis Angulo le ha preguntado a Christian Gálvez cómo sería Leonardo da Vinci si hubiera nacido en una época como la actual. Y el presentador de televisión cree que tendría algo en común con otros grandes genios a los que hemos conocido en la actualidad: "Si algo caracterizaba a Leonardo en su época es que nunca dejó de ese niño que constantemente se preguntaba por qué y para qué. Es decir, que toda su vida estuvo amparada en la curiosidad".

A medida que van creciendo, algunos de esos niños dejan de ser tan curiosos por culpa de factores externos que les impiden dedicarle todo el tiempo que les gustaría a encontrar las respuestas a todas sus preguntas: "Cuando crecemos nos agobiamos. Comienza el estrés, el trabajo... bueno, pues empezamos a olvidarnos o no tenemos el tiempo suficiente como para cuestionarnos absolutamente todo y querer aprenderlo absolutamente todo". Sin embargo, Leonardo siguió manteniendo esta forma de ser hasta el último de sus días: "Ejemplificaba el hecho de ser constantemente un niño que se preguntaba por qué y para qué".
La grandeza de Leonardo da Vinci
Y Christian Gálvez considera que a día de hoy también hay mucha gente que puede ser polímata. El problema es que vivimos en una sociedad en la que se diversifican los conocimientos: "Al final tendemos a la especialización. Llegará un momento en el que vayamos al médico diciendo que nos duele el dedo índice y que tengamos que ir a un especialista en este dedo. Mientras tanto, lo que consiguió Leonardo fue tejer hilos invisibles entre materias de conocimiento que supuestamente tendrían que maridar entre sí".
El polímata fue capaz de aunar las matemáticas con el arte, el arte con la religión y también la religión con la arquitectura. Y gracias a ello, llegó hasta donde muchos otros nunca imaginaron llegar: "Creo que esa fue su grandeza: no ponerse límites".

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




