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Cinco enganches: la característica compartida por la Brasil del 70 y la Argentina de Scaloni

El encaje de Paredes, Mac Allister, De Paul, Enzo Fernández y Messi, a debate

Messi, Mac Allister, Enzo Fernández, Rodrigo de Paul y Leandro Paredes (Montaje con fotos de Getty Images).

Los más veteranos recordarán al Brasil del 70. Los más jóvenes, seguro que han oído hablar de aquel equipo de leyenda, el combinado que juntó en el campo a cinco futbolistas con alma de 10: Jairzinho, Pelé, Gerson, Tostao y Rivelino. Es cierto que Pelé era el líder, pero la calidad y el talento de todos ellos estaban al servicio del colectivo. Era la principal arma de aquel equipo.

Su calidad técnica y talento asociativo les llevó al éxito más absoluto. No solo ganaron el Mundial, sino que obtuvieron la recompensa de ser un equipo de leyenda por cómo jugaban. Es recordado por todo el planeta fútbol y todavía hoy, 55 años después, hay muchos que afirman que es la mejor selección de la historia.

Seguramente sin ninguna intención de copiarlo, Lionel Scaloni está construyendo algo muy parecido en su Argentina. Leandro Paredes, aunque hoy se piense lo contrario, creció un enganche en las categorías inferiores de Boca Juniors. Es más, hasta que no se fue al Calcio, al fútbol italiano, jugó siempre de 10. Casi lo mismo podemos decir de Alexis Mac Allister, Enzo Fernández y Rodrigo De Paul. Todos apareciendo en el fútbol como mediapuntas y con el tiempo han ido retrasando su posición.

Scaloni los pone a todos y sin un Mascherano o un Almeyda. Juegan sin un destructor al lado, sin un centrocampista defensivo. Y juegan junto a Leo Messi, otro 10. Y si hacen falta, tiene en la recámara a futbolistas como Thiago Almada, Nico Paz o Mastantuono. La idea es clara: que se junten, jueguen cerca unos de otros y tengan fácil pasarse la pelota. Si la tienen y se la pasan, el talento hace el resto.

La Argentina de los enganches

El análisis de Play Fútbol

Vicente Muglia, periodista del 'Diario Olé' y profesor de táctica, analiza con este viaje en el tiempo de la selección argentina de Lionel Scaloni. "En Argentina hay un cambio de paradigma en los últimos años. Recordamos la época de Simeone, de Almeyda, de Mascherano y Biglia en Rusia 2018... y eso ha dejado paso a otra generación de futbolistas y a un entrenador que ha apostado por esa clase de jugadores, de futbolistas que nacieron como enganches. Aquí en Argentina el sinónimo de enganche es el número 10. Son varios jugadores que han cambiado de posición, pero que naturalmente han sido enganches: Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Giovani Lo Celso... ahora los nuevos como Mastantuono y Nico Paz", comienza Muglia, que pone también énfasis en cómo los esquemas de juego actuales han tenido peso en que esto suceda.

"Son futbolistas que se han desarrollado con esa característica y que luego, como no pueden jugar todos en esa misma posición, se han adaptado a cumplir otro rol dentro de la cancha. Creo que esto lo ha determinado también la irrupción del 4-3-3, que a raíz del éxito de Guardiola fue copiado en todas partes del mundo. En este dibujo, el 10 tiene que ocupar su lugar. Por eso pueden convivir", añade. Aunque la clave para él es el tipo de presión al rival que se ejecuta en el fútbol actual.

"El fútbol se ha perfeccionado en todas las posiciones. Antes, un defensa central, con tener buen juego aéreo, ser férreo y sólido, ya llegaba a la élite. Ahora, en la actualidad, si un defensa no tiene una buena salida de pelota ya no le alcanza. En el fútbol actual cada vez hay menos tiempo y espacio, por lo que pasa a ser mucho más determinante la capacidad técnica para resolver una situación lo más rápido posible y de la mejor manera posible. Antes, en Argentina, había centrocampistas que eran sinónimo de garra, que recuperaban muchos balones, pero nunca se evaluaba cuántos iban al compañero. La evolución ha llevado a que en todas las posiciones tengas que alinear un 10, incluso en los centrales y en los laterales", reflexiona.

La combinación de la implantación del 4-3-3 como sistema mayoritario con la reducción de tiempos y espacios en el fútbol moderno por el tipo de presión que se plantea en la actualidad, unida a la tradición de un país anclado a la figura del 10, como es Argentina, ha derivado en un equipo que tiene a muchos futbolistas con alma de enganche que ocupan otras posiciones. "Cualquier argentino de mi generación te diría que si fuese futbolista profesional querría jugar de 10. Los futbolistas que históricamente han jugado en esa posición han tenido que fortalecerse anímicamente para jugar ahí. Es la posición en la que más se le pedía al futbolista. Si el 10 no aparecía en el equipo, es como si no tuviese opciones. Pero claro, eso era antes. Hoy la generación de fútbol está más repartida. El pivote crea juego, los interiores también, los centrales... incluso los laterales", sentencia Muglia.

De ahí que veamos a una selección argentina que se sitúa en torno al balón, que genera superioridades a través de las asociaciones de sus futbolistas y de su propia técnica individual y que, a partir de ahí, va interpretando qué espacios tiene que ocupar en cada momento. Un modelo que la hizo proclamarse campeona del mundo en Qatar 2022.

Fernando Rodríguez

Coordinador del área digital de deportes de Cadena...