Así es como "la peor cantante del mundo" consiguió llenar cada uno de sus conciertos durante 30 años
El nuevo espectáculo Paco Mir narra una historia cuanto menos surrealista
Así es como "la peor cantante del mundo" consiguió llenar cada uno de sus conciertos durante 30 años
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Madrid
El humorista Paco Mir, uno de los integrantes del mítico grupo Tricicle, ha acudido esta semana al programa Transmite La SER en calidad de invitado para promocionar su obra Els bons. Pero ya que estaba ahí, y aprovechando que estaba de promoción, también ha hablado sobre una nueva obra en la que lleva meses trabajando y que verá la luz próximamente. Su nombre es Glorious y narra la historia de Florence Foster Jenkins, considerada por muchos como peor cantante de todos los tiempos. Y puede que te suene esta trama, porque Meryl Streep ya hizo una película basada en la vida de esta "artista".
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Una multimillonaria que, cuando cumplió 40 años, decidió salir de su zona de confort para dedicarse a lo que más le gustaba. A partir de ese preciso instante, y pensando que tenía una voz angelical, la protagonista de esta historia comenzó a organizar conciertos de ópera en el Verdi Club al que acudían cientos y cientos de personas. Y así durante más de 30 años.
La verdad detrás de la peor cantante del mundo
¿Y cómo es posible que la peor cantante del mundo pudiera atraer a tanta gente? En declaraciones a la Cadena SER, Paco Mir explica que se pagaba sus propios conciertos e incluso a su propio público para que la aplaudiesen. De esta manera, la cantante llenaba cada una de las salas que reservaba previamente y el público trataba de resistir a un espectáculo cuanto menos peculiar. De hecho, muchos de ellos no sabían que era tan rematadamente mala.
Todo ello porque, a lo largo de su carrera, tuvo el apoyo de personalidades como Arturo Toscanini, quienes decían que cantaba muy bien porque recibía un dinero que sería vital para hacer sus obras. Pero su voz, lejos de lo que muchos pudieran decir embaucados por el olor del dinero, distaba mucho de la armonía. Puede que ella pensara que era una artista descomunal, porque por aquel entonces no tenían tantas facilidades a escucharse a sí misma como tenemos ahora, pero lo cierto es que no daba ni una sola nota bien: "Existe la remota opción de que ella se oyera bien y pensara que cantara realmente bien".
"Era tan grotesco que hacía reír"
Pero ella quería seguir cumpliendo su sueño a toda costa. De ahí que hiciera siempre lo que estaba en su mano para llenar cada uno de sus conciertos. E incluso se entrevistaba con cada uno de los asistentes al mismo para saber lo que se iba a encontrar durante la actuación: "Ella hacía recitales para 800 personas y todas tenían que entrevistarse con ella para conseguir una entrada. Por lo tanto, ella sabía si la iban a abuchear o si la iban a aplaudir".
En ese momento, Juan Carlos Ortega ha recordado que al menos durante aquella época no existían las redes sociales, por lo que la artista nunca llegó a saber realmente lo que se hablaba sobre ella. Y probablemente llegaría hasta el final de sus días pensando que era una artista fenomenal. Pero lo cierto es que pasará a la historia como la peor cantante del mundo. Una cantante que no solo conquistó a los amantes del dinero, sino también a quienes querían pasar un buen rato disfrutando de un espectáculo diferente: "Era tan grotesco que hacía reír".
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...
