Ken Follett: "Siempre me dio igual si iba a ser popular o de alto nivel; lo que quería era escribir algo que le gustara a la gente"

Madrid

Con casi 200 millones de libros vendidos en todo el mundo, el autor de 'Los pilares de la Tierra' vuelve sobre nuestra historia, pero ahora mucho más atrás, unos 5.000 años atrás, para preguntarse en su nuevo libro, 'El círculo de los días', cómo fue posible que el ser humano fuera capaz de construir Stonehenge, ese gran complejo megalítico que se encuentra en el sur de Inglaterra. En 'Hora 25', entrevistamos a Ken Follett.

La construcción de una catedral, la de un puente, ahora la de una megaobra como fue Stonehenge... ¿Le seduce el poder creador del ser humano? "Me gustan mucho las historias en las que la gente normal y corriente que viven vidas humildes deciden hacer algo increíble, construir algo que esté ahí para siempre, que permanezca. Porque eso significa que el espíritu humano puede superar las circunstancias. La gente que construyó Stonehenge, las catedrales, no eran ricos, dormían en el suelo, llevaban ropas rudas, vivían en casas de barro, pero hicieron cosas hermosas y bellas que siguen estando ahí para que nosotros las admiremos", reflexiona.

Salvando las distancias, se puede establecer una comparación con la historia de la vida del escritor galés, que ha creado una gran carrera literaria que ha credo un gran legado: "No sabemos realmente cómo nos considerarán cuando muramos, después de la muerte. La mayor parte de los escritores quedan olvidados una vez que mueren, algunos de ellos se recuerdan. Pero a mí me da un poco igual lo que ocurra porque yo no voy a estar aquí. Mi legado me da igual, si me olvidan me dará igual porque yo estaré en mi tumba", acaba irónico el escritor.

La historia y la ficción

Follett está acostumbrado a escribir sobre una base histórica real, pero sobre Stonehenge no hay prácticamente ninguna prueba documental... ¿Esta es la obra que le ha requerido mayor esfuerzo creativo? "Sí, sin duda tuve que usar mucho mi imaginación para escribir este libro. Solo tenemos lo que nos dicen los arqueólogos", reconoce.

Con la cantidad de posibilidades que tenemos de registro de nuestro mundo hoy en día, nuestra sociedad no será en absoluto misteriosa para quienes escriban sobre ella dentro de 5.000 años. "Yo creo que pensarán que éramos una gente muy divertida. Pensarán que tirábamos un par de vaqueros perfectos y se compraban otros muy caramente tratados para que parecieran viejos. Los nuevos los tiraban", comenta divertido el escritor.

De todos modos, Follett plantea una reflexión curiosa sobre qué pasará dentro de 5.000 años: "¿Tú crees que va a existir el ser humano dentro de 5.000 años? Quizás la Tierra se haya convertido en un desierto o solo queden unos cuantos viviendo en el Polo Norte, el único lugar con agua. Si pensamos en lo que puede pasar en 5.000 años, tenemos que pensar en qué estamos haciendo ahora para darnos cuenta de cómo eso va a afectar al futuro. Yo no estoy en absoluto convencido de que vaya a haber ningún ser humano en la faz de la Tierra dentro de 5.000 años".

Amor, personajes y comunidad

¿Cómo se escribe sobre el amor en los tiempos prehistóricos? "Yo creo que el amor seguramente era lo mismo que ahora en la prehistoria, porque después de todo solo hay una forma para tener un bebé. Hay cosas que son comunes y que compartimos todos los seres humanos a lo largo de la historia. Nos preocupa la violencia, la guerra, el asesinato, el dinero, el trabajo y poder alimentar a su familia", dice Follett.

Una vez más en sus novelas aparecen personajes femeninos tan o más poderosos que los masculinos. ¿Esto es una reivindicación del papel de la mujer en la historia? "En todas las etapas de la historia hay gente que se ha rebelado contra la sociedad y se ha negado a ser lo que se suponía que tenía que ser. Incluso cuando las mujeres han sido oprimidas, que ha sido en la mayor parte de la historia, hubo mujeres que se rebelaron y dijeron que no se iban a limitar a ser la mujer de alguien y tener hijos. Siempre esos rebeldes son los personajes más interesantes sobre los que escribir", argumenta.

"Me gusta escribir sobre la gente en sus relaciones sociales. Me interesa más cómo los personajes se relacionan con los demás. La comunidad me interesa. Me interesa cómo viven, cómo trabajan juntos, cómo luchan juntos y hacen el amor juntos. Todo este tipo de relaciones me interesan porque además generan drama. Lo dramático de la vida son las relaciones con los demás", sentencia el autor de 'Los pilares de la tierra'.

La escritura, la música y la vida

"A medida que pasa el tiempo, como escritor te vas dando cuenta de que solo eres bueno haciendo una cosa", cuenta de forma humilde. ¿Cree Follett en la distinción entre literatura popular y la alta literatura? "Esto a mí no me preocupa. Cuando empecé a escribir no pensé si iba a ser popular o de alto nivel, lo que quería era escribir algo que le gustara a la gente", concreta.

Follet es un poco una estrella del rock por todos los libros que ha vendido: "Me encanta la música. Me encanta tocar. Me compré mi primera guitarra hace 60 años y desde entonces he tocado fundamentalmente porque me gusta, pero me encanta también tocar con otra gente. Cuando tocas con otros tienes que trabajar más duro, tienes que esforzarte, no cometer errores. Cuando tocas con otros eres mejor músico. A veces mi grupo toca en público y hay un sitio para bailar y veo cómo hay cien chicas guapas en la parte delantera y siguen el ritmo de mi música y me digo: mira, fíjate, soy yo el que hace que bailen así", cuenta divertido.

¿Se liga más siendo músico que escritor de éxito? "Bueno, yo no he tenido éxito con las chicas desde hace mucho tiempo. Llevo casado con mi mujer, Bárbara, desde hace 40 años. No hay mayor éxito con las chicas que ese", confiesa. Su mujer y él son seguidores del Partido Laborista que gobierna hoy en Reino Unido: "Me gustan las políticas de Keir Starmer, pero no se ha dado cuenta de que no se trata solo de lo que haces, sino de lo que parece que haces. Lleva un año como primer ministro y se está dando cuenta de que presentar las cosas de manera adecuada es importante", concluye.