Proteger el patrimonio sensorial para preservar lo rural: "Es la norma más democrática que ha entrado en la historia del Parlamento"

Madrid

Lo bello del mundo rural, sus paisajes repletos de naturaleza, los sonidos de ese gallo cantando con la salida del sol o el olor de las vacas que pasean pastando por los verdes prados son las piezas del "patrimonio sensorial" que buscan proteger a través de un nuevo proyecto de ley presentado en el Parlamento asturiano.

Desde la perspectiva urbana se tiene esa imagen de los pueblos y las aldeas como lugares dominados por la tranquilidad y el silencio, pero a veces se nos olvida que en estas localidades también habita gente, viven su vida, con sus ruidos, sus actividades y sus olores, sean estos más o menos agradables, y hay que respetarlos.

Una norma de inspiración francesa

Ignacio y Marina Arias, padre e hija y ambos abogados, han sido los encargados de presentar en el Parlamento de Asturias un nuevo proyecto de ley que busca proteger lo que ellos denominan como "patrimonio sensorial" del Principado.

Los abogados definen el "patrimonio sensorial" dentro de este texto como "los aromas y sonidos inherentes al campo" y los contrapone con "los ruidos y olores de la ciudad".

Esta nueva normativa se inspira en un apartado de la legislación francesa aprobado en 2021 por el senado del país galo que busca brindar protección a todos esos elementos característicos de las zonas rurales.

"La norma más democrática en la historia del parlamento"

Marina e Ignacio se apoyaron en un diputado del Partido Popular para poder hacer llegar su propuesta a la cámara del Principado de Asturias, pero esta finalmente no fue tomada en consideración.

Ante este suceso, Ignacio respeta que el Parlamento no haya tenido en consideración su proyecto de normativa porque "son las reglas del juego democrático", pero a su vez lamenta que se juzgue más "quién propone el texto" que el contenido de este en sí, independientemente del grupo que lo presente.

Padre e hija viajaron alrededor de los diferentes pueblos y aldeas de Asturias entrevistando a sus habitantes para conocer sus preocupaciones y necesidades y, según explica Ignacio, solo se limitaron a "pasar a lenguaje jurídico" las inquietudes de estos.

El abogado finaliza su intervención expresando que esta es "la norma más democrática que ha entrado en la historia del Parlamento" y añade que si el Parlamento asturiano "representa al pueblo asturiano" y este le presenta una ley "que le favorece", la Cámara debería al menos tenerla en consideración y permitir que esta transcurra por el procedimiento legislativo pertinente.