La castaña: el fruto seco que nunca pasará de moda

Madrid

La llegada del otoño no solo tiñe las calles de colores cálidos, sino que también las llena de un aroma inconfundible: el de la castaña asada.

Un fruto seco versátil, de distintos tamaños y colores, con un toque dulzón, que forma parte de nuestra historia y de nuestra tierra.

En muchas esquinas de Madrid, el calor y el humo que sale de las clásicas casetas anuncian que la temporada ha comenzado. En plena Glorieta de Bilbao trabaja Jette Segura, que desde hace más de diez años vende cucuruchos de castañas calientes a quienes pasean por la ciudad. "Esto viene de tradición familiar. Empezó la madre de mi tía y así de generación en generación. Al final me he quedado yo también para seguir la tradición. Si esto no se va a perder nunca y menos aquí en Madrid, que le gusta tanto la castaña", declara.

Aunque su origen se encuentra en Asia, hoy en día, la castaña es un alimento muy arraigado en nuestra cultura y gastronomía desde hace siglos.

En España se cultiva una gran cantidad de variedades. Una de las más apreciadas es la conocida como “pilonga”, típica del valle del Genal, en Málaga. Muy valorada por sus características, que realzan cremas, guisos y postres.

Esta variedad se ha convertido en la favorita de cocineros como Iván Sastre, ‘Chef de la castaña’ y propietario del Hotel-Restaurante Bandolero. Según explica, la castaña "es un bocado muy mantecoso, muy cremoso y muy agradable" y añade que tiene un dulzor exquisito que consigue levantar el sabor de los platos al igual que lo hace la sal.

A pesar de que la forma más tradicional de disfrutarla es asada, su versatilidad permite transformarla en una amplia gama de productos. En la fábrica ‘La oricera’, en León, elaboran diversos tipos de productos como tartas, cremas y magdalenas que viajan a diferentes rincones del país.

La producción de la castaña no solo abastece al mercado interno, sino que empresas como ANRO, han logrado exportar la castaña española a más de 25 países. Rubén Rodríguez, director general de la compañía, asegura que para garantizar la máxima calidad, es necesario que un equipo técnico seleccione cuidadosamente cada pieza en base a una serie de criterios específicos. Sus técnicos valoran aspectos como "la calidad interna y externa, el color, el tamaño, el fácil pelado y que se recolecten en unas condiciones optimas".

Sus características son excepcionales, pero sus beneficios también. "Es un alimento muy versátil, muy nutritivo, aporta fibra, minerales, un alto valor energético y combina fenomenal con verduras y otras proteínas", explica Cristina Rodríguez, dietista-nutricionista de Dietowell.

La castaña, con un sabor inconfundible, nunca pasará de moda.