Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

Trump impone su relato por inundación

El presidente de Estados Unidos consigue monopolizar el debate público con una omnipresencia mediática perfectamente calculada

Trump impone su relato por inundación

Trump impone su relato por inundación

00:00:0003:35
Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Donald Trump tiene 79 años. De hecho, es el presidente de mayor edad en el momento de ser investido de toda la historia de Estados Unidos. Tenía 78 años y medio cuando accedió al cargo el pasado 20 de enero. Arrebató ese récord a su predecesor, a Joe Biden, quien cuando fue investido en 2021 tenía 78 años y dos meses. Sin embargo, Trump tiene una hiperactividad y una omnipresencia mediática que no aguanta comparación con ningún otro presidente norteamericano. Ni siquiera con el Trump de su primera administración. Pero esa hiperactividad no es casual. Está perfectamente diseñada y calculada. ¿Para qué? Para monopolizar el relato público.

Más información

Trump está constantemente pronunciando discursos en actos de todo tipo, hablando con los medios en el despacho Oval, en reuniones de gabinete o en el Air Force One, poniendo mensajes incendiarios en su propia red social a cualquier hora... Si el presidente de la primera potencia mundial logra hacer eso sin descanso tiene la capacidad de condicionar el relato en los medios y hacer que se hable más de lo que él quiere y menos de lo que no le conviene.

Esta semana ha sido un claro ejemplo. Por razones obvias, el lunes todos los focos estaban sobre él. Por su plan de paz para Gaza, por la paz en Oriente Próximo que -según sus palabras- todo el mundo decía que era imposible. Todos sus pronunciamientos revelaban que lo que más le importaba el reconocimiento del crédito por el acuerdo conseguido. Hasta el punto de no admitir que se le cuestionara siquiera por los posibles obstáculos con los que se puede topar ese plan de paz. Una periodista, a bordo del Air Force One, osó preguntarle por los posibles obstáculos con los que se podía topar ese plan de paz y le respondió airado: "La guerra ha terminado. ¡La guerra ha terminado! Entiendes eso?".

Mientras todo eso sucedía, el Gobierno de Estados Unidos seguía acumulando días cerrado. Ya lleva más de dos semanas así y, lo que es peor, sin visos de reapertura a corto plazo. Pero de eso no se estaba hablando... y a Trump le interesaba que siguiera así porque las encuestas demuestran que los ciudadanos responsabilizan más a los republicanos que a los demócratas de que no haya un acuerdo para reabrir el Gobierno.

Así que cuando la atención a su logro en Oriente Próximo empieza a decaer, Trump de repente vuelve a hablar de bombardeos a supuestos barcos de narcotraficantes en Venezuela sin mostrar prueba alguna y a acusar a Maduro de estar vaciando sus prisiones y psiquiátricos, enviando a sus reclusos y enfermos mentales a Estados Unidos. El viernes pasado, por ejemplo, montó otro incendio arancelario con China con un simple mensaje en Truth Social, su red social, que hundió las bolsas justo en el día que todo el mundo estaba comentando que no le habían Nobel de la Paz.

Censura en toda regla

El caso es que mientras miramos al dedo en vez de a la luna, suceden otras cosas que reciben mucha menos atención mediática, pero que son más graves de lo que parece. Esta semana hemos asistido a un nuevo ataque contra la libertad de información. El Pentágono ha aprobado nuevas reglas para la prensa que consisten, entre otras cosas, en prohibir publicar ninguna noticia, sea o no información clasificada, sin su visto bueno. Es decir, censura en toda regla. Si quieren conservar la acreditación en el Pentágono, esas normas, que constan de 21 páginas, las tienen que firmar todos los medios. Se han negado todos menos uno. Hasta FOX o Newsmax, que son medios abiertamente pro-Trump, se han opuesto. Solo ha firmado uno: One America News, OAN, un medio descaradamente trumpista y de extrema derecha.

Sin embargo, cuando se pregunta al presidente por ese ataque a la libertad de prensa, Trump responde que "los periodistas están muy desenfocados con todo lo que tiene que ver con la paz mundial y la seguridad nacional. La prensa es muy deshonesta". El autor intelectual de este intento de silenciar a los medios es Pete Hegseth, el ex presentador de la FOX que ahora es secretario de Guerra. El mismo que compartió detalles de una operación militar contra los Hutíes de Yemen en una red social pública, en Signal, antes de que se produjera. Hegseth no entiende que la prensa que trabaja en el Pentágono no se dedique "a dar a Trump el crédito que merece por su plan de paz en Oriente Próximo y, en cambio, quiera hablar de este cambio de normas que le afectan".

La administración Trump prefiere que el trabajo de la prensa se limite a hacer preguntas como la del periodista de la FOX que, a bordo del Air Force One de camino a Israel, le dijo que si creía que haber logrado la paz en Oriente Próximo le ayudaría a ir al cielo. En un arranque de sinceridad, Trump respondió que "no creo que haya nada que me ayude a ir al cielo".

Miguel Á. Muñoz Encinas

Miguel Á. Muñoz Encinas

He trabajado en todos los programas informativos de la SER (Hoy por Hoy, Hora 25, Hora 14, boletines...

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir