Baloncesto

Kevin Durant firma una histórica renovación y acumula la cifra más alta en salarios de la historia de la NBA

El alero de Houston Rockets amplió por dos temporadas, superando a LeBron en este millonario récord

Kevin Durant previo a un encuentro contra Utah Jazz / Alex Slitz

A pocos días de que comience la nueva temporada de la NBA, Kevin Durant se ha convertido en protagonista. El alero de 37 años, que recaló en el mes de junio en Houston Rockets tras dos temporadas y media en Phoenix Suns, ha firmado una ampliación de contrato por dos temporadas más; concretamente hasta 2028, siendo esta última temporada opcional, por 90 millones de dólares.

Durant rechazó la opción de firmar el contrato máximo de 120 millones por parte de la franquicia de Houston con el objetivo de poder reforzar la plantilla y así presentar un proyecto más competitivo. Pese a ello, el estadounidense no se privará de cobrar 144 millones en los próximos tres años. De esta forma, el nacido en Washington y que ya jugó en Texas durante su etapa universitaria, ha logrado un nuevo récord: superar a LeBron James como jugador que más dinero ha obtenido en salario a lo largo de su carrera: 598.2 millones de dólares. Por su parte, el jugador de Los Angeles Lakers, que podría disputar su última temporada con la franquicia californiana, ha ganado 583.9 millones.

Ganador de dos anillos con la NBA, concretamente con los Golden State Warriors en 2017 y 2018, y una sobresaliente trayectoria tras haber militado en otras franquicias como Seattle SuperSonics, Oklahoma City Thunder o Brooklyn Nets, Durant será la figura de Houston Rockets. En esta nueva aventura, la cual significará la sexta en la mejor liga de baloncesto del mundo, Kevin estará escudado por jóvenes estrellas como Alperen Sengun y Amen Thompson. Manifestando su contento por poder seguir jugando en el combinado de Texas, KD quiso aprovechar el día de medios previo al arranque de la NBA. "Es fantástico estar de vuelta; tengo amigos, relaciones, siempre sentí que era un sitio en el que podía vivir. Se sentía natural; siempre noté el amor cuando venía a Houston", afirmó.