El nuevo nicho de mercado
La industria textil para las mascotas está en pleno auge, aunque la moda, el cine y la música llevan años humanizando a los animales

El pasado lunes terminamos hablando de la moda del paseo con los perros, y esta semana arrancamos mencionando a Luisa Casati. La marquesa italiana no adornaba a sus mascotas, sino que las utilizaba para adornarse sí misma y causar sensación en la Belle Epoque. Fiestas con alfombras de serpientes vivas, monos que repartían flores en sus recepciones, pavos reales de color blanco que se posaban en las ventanas de su palacio y paseos con tigres por las principales capitales de moda. Fue una de las mujeres más carismáticas y creativas de su tiempo, aunque su utilización de las mascotas fuera más estética que ética con la mirada de 2025.
Desde 2020, de manera paulatina, las grandes superficies de moda rápida han empezado a ampliar sus colecciones para mascotas y no sólo con prendas. Parece, incluso, que muchos de los sectores de consumo para humanos tienen su reverso en el mundo perruno: empezando por peluquerías, spas, hoteles o psicólogos, y llegado hasta agencias de organización de eventos como cumpleaños, bautizos o funerales para mascotas.
En el sector del lujo, puede que uno de los mejores ejemplos sea Goyard. Esta firma de lujo silencioso, es una de las pioneras en ofrecer una sección dedicada a los perros: bolsos de piel pintados a mano para llevar mascotas —de más de 1.500 euros—, comederos forrados con su reconocible estampado, correas fabricadas artesanalmente en Italia...
En Louis Vuitton también podemos encontrar chaquetas para perros que oscilan entre los 600 y los 800 euros, o cuencos para gatos por hasta 500 euros. Y cómo no citar a Choupette, la gata heredera de la fortuna de Karl Lagerfeld que supera los 200 millones de euros. Esta diva minina tiene colecciones enteras dedicadas a ella en la firma del diseñador, y vive entre sesiones de fotos, viajes de relax por la Costa Azul y fiestas de cumpleaños con presupuesto ilimitado.
Entre lo entrañable y lo ridículo, esta tendencia va a dar mucho que hablar en los próximos años. Queda claro que las mascotas ya no sólo son un complemento o una compañía, sino que un target de lo más rentable. La fantasía, unida al entrañable trato con nuestras mascotas, genera todo un universo de lo más apetecible, a caballo entre la ternura y el mundo infantil.




