Luis García Montero, más tajante que nunca ante lo que está por llegar: "Hay que tener cuidado"

Madrid

Voy a insistir. La cultura y la educación son una apuesta imprescindible porque nos dan que pensar, impiden que los problemas se aborden de manera simple al servicio de los que tienen la sartén por el mango.

El Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Arequipa ha sido todo un éxito porque sus reuniones han dado mucho que pensar sobre los temas propuestos: el mestizaje, la inteligencia artificial y el lenguaje claro.

La calma de la cultura es el conflicto. Vigilar las ideas simplonas resulta necesario. Defender el mestizaje, por ejemplo, está muy bien en una época supremacista de identidades cerradas. Pero hay que tener cuidado con los que pretende borrar las identidades minoritarias para que disuelvan su personalidad en las normas de la mayoría.

La inteligencia artificial promete muchos avances que conviene aprovechar en la investigación. Pero hay que tener cuidado con las grandes plataformas que programan los algoritmos pensados para convertirnos en robots, en seres automáticos. Y el lenguaje claro es un derecho democrático para que la ciudadanía entienda la política real de las instituciones y las consecuencias de lo que se investiga en los laboratorios y las universidades.

Pero hay que tener cuidado con el que piensa que el lenguaje claro es lo que se necesita para hablarle a los tontos, para engañar a los analfabetos y conformar un rebaño de borregos. Lo primero que enseñan los buenos debates es a darle la vuelta a los demagogos que quieren torearnos. En estos tiempos, el deseo de resistencia supone una buena manera de empezar los días.