Los expertos analizan la gestión de Moreno Bonilla con los cribados: "Nunca se debe minimizar lo que sienten los afectados"

Madrid

Los expertos en comunicación política comparten un manual de gestión de crisis que sirve para dar respuestas a la ciudadanía en situaciones difíciles. Pero cuando estalló el escándalo de los cribados del cáncer de mama en Andalucía, la Junta se saltó el primer principio. "Lo primero es investigar, escuchar y después, comunicar", explica Ana Salazar, politóloga y directora de Idus3. Salazar insiste en el paso de investigar para no incurrir en el error en el que cayó la ya exconsejera de Salud, Rocío Hernández, que redujo el problema a cuatro casos y habló de "manipulación" en una entrevista en Hoy por Hoy.

Óscar Álvarez, presidente de la Asociación de Comunicación Política ACOP, cree que es importante darle la dimensión correcta a la crisis. "Lo vimos con Mazón en la DANA en Valencia y lo hemos visto ahora en Andalucía, hay que dimensionarlo y decir la verdad", apunta.

Para David del Pino, director del Máster de Comunicación Política y Gestión de Crisis de la Universidad Nebrija, también es importante "no buscar enemigos entre las personas que se han visto afectadas por la crisis". Los tres coinciden en que acusarlas de estar politizadas no es una buena salida. "Es evidente que habrá personas que habrán sufrido de cualquier signo político e ideología, lo mismo sucedió en Madrid con las muertes en las residencias y en Valencia, con las víctimas de la DANA", señala Álvarez.

Moreno Bonilla, que consiguió la mayoría absoluta apelando a la moderación, polariza ahora, según los expertos, al optar por confrontar con las víctimas, como ya han hecho Mazón o Ayuso. "Es una forma de ver la política muy futbolera, que apela al votante más fiel pero que es poco responsable con las instituciones públicas y con un lugar común en el que deberíamos estar todos", explica del Pino.

Una estrategia que, a unos meses de las elecciones, puede pasarle factura a un presidente que llegó a la Junta con un alto porcentaje de voto prestado.

Hacer dimitir al consejero del ramo: el cortafuegos

La primera medida de Moreno Bonilla para afrontar la crisis fue aceptar la dimisión de su consejera de Salud, Rocío Hernández, y sustituirla por un hombre de su confianza, Antonio Sanz. Es la misma táctica que usó Carlos Mazón, que un mes después de las inundaciones cesó a su consellera de emergencias, Salomé Pradas. De acuerdo con los expertos en comunicación política, esta salida es "un cortafuegos" que no acaba con el incendio si no va acompañada de otras medidas.