Sin guion y con fauna salvaje: el rodaje improvisado en plena sabana africana
El entorno y los animales eran los que condicionaban el orden y contenido del rodaje
Sin guion y con fauna salvaje: el rodaje improvisado en plena sabana africana
Madrid
En este nuevo episodio de Sucedió Una Noche nos trasladamos a la sabana africana para hablar de una histórica película de aventuras dirigida por el estadounidense Howard Hawks. El título de este filme es Hatari! y cuenta con un amplio elenco liderado por John Wayne y Hardy Krüger.
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El verdadero protagonista de esta película es la naturaleza, ya que el rodaje se llevó a cabo en plena sabana africana y todos los animales que se proyectan en la pantalla eran totalmente salvajes.
Un guion escrito por los animales de la sabana
Cuando se inició el rodaje de este proyecto no existía como tal un guion definitivo, este iba variando cada día dependiendo de cuáles fueran las condiciones para grabar. Era la fauna la que elegía el destino del filme, por la mañana el equipo salía en busca de animales y se adecuaban a lo que hubiera, si aparecían jirafas se adaptaba la escena para jirafas, y lo mismo si se encontraban bisontes.
Acorralar a estos animales no era tarea fácil, por eso la producción contó con uno de los cazadores más famosos de África en el momento, William DeVere. El cazador fue el encargado de orquestar todo el funcionamiento de los múltiples vehículos que, a toda velocidad, trataban de rodear y encerrar a los animales salvajes.
De actor a cazador
Todo el elenco de la película fue entrenado por un equipo de expertos para que fueran capaces de realizar por sí mismos todas las escenas de caza que se ven durante la película. Uno de los actores de la película narra cómo estuvieron haciendo prácticas en la sabana hasta que fueron capaces de ser ellos mismos los que capturasen a las jirafas, los rinocerontes y de más animales.
Otro de los grandes miedos de los participantes en el rodaje era sufrir cualquier tipo de accidente durante sus viajes en los todoterrenos que utilizaban. Debido a lo frenético del ambiente, estos vehículos tenían que desplazarse a gran velocidad, causando en ocasiones algún choque o caída aparatosa, pero por fortuna, en ningún caso hubo que lamentar heridos.