La gran incongruencia de tu amigo el facha, según Bob Pop: "Estás negando tu realidad"

Madrid

Es bastante probable que durante estos últimos años hayas descubierto que alguno de tus amigos de toda la vida tiene unas ideas mucho más extremistas de lo que nunca llegaste a pensar. No, no es que tenga ideas conservadoras, sino que ha hecho suyo el discurso de los líderes de ultraderecha y lo defiendan a ultranza como si fueran sus diez mandamientos. Amigos que hablan de la paguita que le dan a los inmigrantes por el simple hecho de llegar a España o que denuncian el discurso woke siempre que pueden para quejarse de todo aquello que no encaja en su discurso.

Un tema sobre el que hemos hablado en el Hoy por Hoy de la Cadena SER, donde Àngels Barceló y Bob Pop se han preguntado qué deberíamos hacer con ese amigo de toda la vida que con el tiempo se ha vuelto un auténtico facha. Pero antes de meterse en materia, Bob Pop ha reflexionado acerca del auge de la ultraderecha y cómo se ha adentrado en la clase obrera en un movimiento cuanto menos sorprendente: "Si un amigo mío millonario se hace un poco de derechas, lo entiendo porque al final yo soy su único amigo pobre. Pero para esta gente que es de clase obrera como yo, y de repente empieza a lanzar un discurso xenófobo, racista, homófobo y machista... yo ahí sí que tengo muchas cosas que decir".

"Hay una cosa terrible"

La primera de ellas es que deberían tener en cuenta sus vínculos emocionales: "Es como que no me estás viendo. Te importa más lo que estás escuchando de gente que no conoces que lo que estás viviendo en tu entorno. Estás negando tu realidad". Y cree que esa es la gran incongruencia de toda esta gente de la clase obrera que acaba votando a partidos de ultraderecha: "Hay una cosa terrible con el facherio. Y es la sensación que tengo principalmente con la gente joven, que la están convirtiendo en carne de cañón. En Minions y en soldaditos para una serie de sinvergüenzas fascistas que solo buscan el beneficio económico y retirarse a sus ranchos o búnkeres cuando todo esto salte por los aires".

Por lo tanto, todas estas personas no buscan el bien común, sino el propio: "Necesitan a un ejército de insatisfechos a los que les prometen una cierta actividad. Ya no nos necesitan como mano de obra o clase trabajadora, sino como soldaditos del fascismo. Y estamos cayendo en eso. Y luego esa misma gente es la que se va a sentir abandonada, porque lo primero que está haciendo la ultraderecha es dividirnos".

"Vamos muy mal"

Por todo ello, Bob Pop considera que es un momento para unirnos y no para dividirnos: "Nos quieren dividir en una clase obrera nacional con denominación de origen y otra compuesta de esta gente que viene de fuera y le ponen un piso, le dan una paguita y le regalan un coche, un yate y hasta un palco en el Bernabéu".

Porque todos somos iguales, por mucho que traten de dividirnos continuamente: "Si empezamos a pensar que somos distintos por ahí, vamos muy mal. Y querer pertenecer a este grupo de élite del mal como si fuéramos una franquicia de vengadores... me parece ridícula".