La defensa del Fiscal General denuncia que ha sufrido una investigación "prospectiva e inquisitiva"

El juicio contra el Fiscal General del Estado por la presunta filtración del correo en el que el novio de Ayuso reconocía que había cometido dos delitos fiscales y pedía un pacto para evitar el juicio ha cubierto su primera fase con las cuestiones previas. La vista ha arrancado con la pregunta del presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, al acusado. Si reconocía los hechos que se le imputaban y la respuesta de Álvaro García Ortiz ha sido que "no".

La defensa del jefe de la Fiscalía, que ejerce la Abogacía General del Estado ha denunciado la vulneración sistemática de los derechos fundamentales de Alvaro García Ortiz. Una investigación, en palabras de Consuelo Castro, "prospectiva e inquisitiva" en la que se ha llegado a "lanzar" a la UCO a registrar el despacho del Fiscal General para incautarse todos sus dispositivos electrónicos.

Un registro que la Fiscalía en su informe ha calificado de "allanamiento" y ha reprochado que el instructor, Ángel Hurtado, lo justifica en base a una "ficción" y ha pedido que se anule ese registro y el de la Fiscal provincial, Pilar Rodríguez, que estuvo también investigada en esta causa.

Castro sostiene que la investigación estaba "preconcebida" con García Ortiz como culpable dejando de abrir otras líneas de investigación y ordenando la práctica de diligencias en un sentido "unidireccional". Castro también ha dicho que solo desde el prejuicio se puede decir, como hizo el instructor, que el Fiscal General filtró el correo con la confesión del novio de Ayuso siguiendo instrucciones de Moncloa.

Las acusaciones impugnan los informes

El abogado de Alberto González Amador, Gabriel Rodríguez Ramos, y el resto de acusaciones han pedido la desestimación de los informes de Fiscalía y Abogacía del Estado. Niegan que se hayan vulnerado derechos fundamentales y recuerdan que el proceso penal es de "cristalización progresiva" y que la instrucción de la causa ha sido "modélica y rigurosa". "Mucha queja abstracta general, pero concreta ninguna", ha dicho Rodríguez Ramos.