La señora de Cuenca que reflejaba como nadie el machismo en la televisión española: "Me ha sonado fatal"
Pepa Blanes recuerda que los ejecutivos siempre se encomendaban a la misma señora de Cuenca
La señora de Cuenca que servía como baremo para medir el machismo en la televisión española: "Me ha sonado fatal"
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Madrid
Pepa Blanes ha visitado este fin de semana SER Aventureros en calidad de invitada para hablar acerca de Cuando ellas brillan: Amigas, deseos y otras revoluciones. Un libro, ya disponible en librerías, en el que la periodista de la Cadena SER combina su pasión cinéfila con una memoria emocional y un análisis feminista para mostrar cómo han sido representadas las mujeres en la pantalla históricamente y cómo ha ido cambiando estos últimos años. Todo ello a través de series como Sexo en Nueva York, Las chicas de oro o Retrato de una mujer en llamas, entre otras.
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En declaraciones a SER Aventureros, Pepa Blanes ha reconocido que todo ha cambiado bastante desde el nacimiento del movimiento Me Too: "Desde entonces ha habido una serie de cambios estructurales. Hay muchísimas más directoras y también muchos más personajes femeninos en las series de televisión y las películas". Bajo su punto de vista, las plataformas de vídeo en streaming han sido vitales en esta expansión porque nos han ofrecido puntos de vista que hasta hace no mucho tiempo parecían vetadas de la televisión tradicional.
Qué hay detrás de la señora de Cuenca
En ese momento, Pepa Blanes ha explicado que en España había un baremo que demostraba hasta qué punto llegaba el machismo en la industria: "Cuando los creadores le ofrecían a los ejecutivos una serie que se salía un poco de lo que era Médico de familia, estos le preguntaban si era una serie para una señora de Cuenca. Es un concepto muy machista y muy feo eso de preguntar si le gustaría la serie a esa señora de Cuenca". Y José Antonio Ponseti le ha dado la razón: "¡Qué horror! Me ha sonado fatal".
Básicamente porque no hay un perfil concreto de mujer de Cuenca y porque no se puede medir a todo el mundo por igual: "Ellos se referían en todo momento a una ama de casa de entre 50 y 60 años". De esta manera, la industria se pensaba que a todas las mujeres les gustaban las mismas cosas y que solo había un tipo de serie para las mismas: "Por suerte, el apogeo de la ficción ha demostrado que estos ejecutivos se equivocaban".
Las series de nicho funcionan
Por aquel entonces, quienes dictaban qué tipo de series se emitían en televisión me pensaban que les gustaba un tipo de series muy concreta: "Hablamos de ese tipo de series semanales o diarias en las que generalmente había personajes de todas las edades para engatusar a todos y se viera la serie en familia. Pero las series de nicho funcionan... y a veces el nicho se rompe". Algo que se ha demostrado con numerosas series como Sexo en Nueva York porque, a pesar de que pueda parecer una serie pensada únicamente para mujeres, también interesaba a hombres o incluso a esa señora de Cuenca.
Por lo tanto, la ficción ha demostrado que cualquier cosa interesa a cualquier espectador: "No tienes que ser un hombre o una mujer para entender a según qué personajes. Ese tipo de cosas antes no se veían. Pero ya, a la señora de Cuenca no le sorprende".
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...
