"No sé si vamos a ver algo más bonito": dos aventureros en plena vuelta al mundo escogen su rincón favorito
Pablo y Lucas llevan casi un año recorriendo el planeta en transporte público y encontraron un lugar que les dejó sin palabras

"No sé si vamos a ver algo más bonito": dos aventureros en plena vuelta al mundo escogen su rincón favorito
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Hace casi un año, Pablo y Lucas dejaron sus trabajos en Madrid, se colgaron la mochila al hombro y emprendieron la aventura de sus vidas: dar la vuelta al mundo. Con tres normas autoimpuestas: viajar siempre hacia el oeste, seguir el calor para evitar cargar con ropa de invierno y aguantar un año con sus ahorros, estos dos amigos de la universidad han recorrido miles de kilómetros en transporte público, desde Colombia hasta Sri Lanka, pasando por los Andes, el Amazonas y el sudeste asiático.
Pero fue en Bolivia donde vivieron uno de esos momentos que justifican todo el esfuerzo, las noches en buses incómodos y los días sin apenas descanso. "El sitio más bonito que hemos visto en nuestra vida es el Salar de Uyuni en Bolivia", confesaron en el programa SER Aventureros de la Cadena SER.
El Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo, les dejó sin palabras. "Nos creíamos muy viajeros, pero Sudamérica nos ha sorprendido. Pensábamos en playas y acabamos recorriendo los Andes durante tres meses y medio, desde Santa Marta hasta la Patagonia", contaron. "Pero lo de Uyuni fue otra cosa".
Su viaje no solo ha sido una experiencia de descubrimiento personal, sino también un experimento de emprendimiento. Desde el principio, decidieron documentar su aventura en redes sociales con la esperanza de atraer patrocinadores. "Nos planteamos el viaje como si fuera una startup: teníamos una ronda de inversión, nuestros ahorros y un año para hacerla funcionar", explican.
Durante los primeros meses, el dinero solo salía. "Trabajábamos en buses nocturnos, en hostales, en cualquier rincón con wifi. Editábamos vídeos, escribíamos, compartíamos todo lo que vivíamos", recuerdan. "Era duro, pero sabíamos que si queríamos que esto funcionara, había que tratarlo como un proyecto serio".
La apuesta dio resultado. En el quinto mes de viaje, consiguieron su primer patrocinador: una empresa de eSIMs para viajeros. "Fue un punto de inflexión. Pasamos de gastar a poder reinvertir en el viaje: mejorar el contenido, llegar a más gente, vivir experiencias más potentes", cuentan. "Y sobre todo, nos dio aire para seguir adelante sin renunciar a lo que queríamos hacer".
Ahora, mientras compiten en una peculiar carrera de tuk-tuks por Sri Lanka, siguen sumando vivencias. "Conducir un tuk-tuk es una locura. La gente te saluda, te pita, te para. Es una forma de viajar muy auténtica", dicen. Su próxima parada: la India. Y en diciembre, el tramo final: desde las cataratas Victoria hasta Ciudad del Cabo.




