El croquis que tuvo que hacer Ana Morgade para lograr acabar la carrera: "El octavo año me lo sufragué yo desde la vergüenza total"

Madrid

Como a tantas otras personas, la carrera a Ana Morgade se le acabó atragantando más de lo debido, y no porque no supiera desde bien temprano que lo suyo era la interpretación, sino porque a su familia, aunque le pareció bien que la madrileña quisiera ser actriz, también les parecía indispensable que se sacase una carrera.

"Estuve dando la tabarra cosa mala con el tema, pero mis padres al principio me decían: 'Bueno, en terminar el colegio ya lo veremos'". Así fue. Morgade contaba en El faro, con Mara Torres, que terminó la escuela y se apuntó "a todos los cursos de teatro del instituto, estaba en las horas de teatro de todos los años, hacía cualquier personaje y todo le parecía bien", contaba la actriz.

Llegó el momento entonces de su paso a la universidad y Morgade pretendía entrar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, pero sus padres le sugirieron que estudiara primero una carrera, y el tema de la interpretación ya lo irían viendo.

Morgade ha desvelado que, mientras estudiaba Comunicación Audiovisual, hacía "trabajos precarios por las noches" para apuntarse a cursos de teatro los fines de semana, hasta que su madre, viendo la situación tan insostenible con la que cargaba, habló con ella.

Una conversación que definió el futuro de Morgade

"Me sentó en la cocina y me dijo: 'A ver, ¿tú te quieres dedicar a esto, no? Ya está, no te puedo persuadir ni te puedo convencer para que hagas otra cosa'", contaba Morgade, que ha admitido que fue su madre quien le preguntó dónde podía estudiar, y la madrileña entonces le contestó que en la escuela de Cristina Rota, donde tenía varios compañeros.

La madre de Morgade le dijo entonces que, con la condición de que no dejara la carrera, pagaría su matrícula en la academia de Cristina Rota. Una conversación que, confesaba Morgade, le emocionó "infinitamente".

El trato no salió exactamente como pretendía la madre de Morgade, y es que la madrileña, años después, le confesó que no volvió a pisar la universidad ni a tiros y se pasó "un montón de años repitiendo asignaturas porque le fascinaba ir a Cristina Rota y se pasaba allí mañana y tarde". De hecho, la actriz llegó a decir en casa que estaba licenciada "y no lo estaba en absoluto".

Nadie podía saber que la carrera universitaria había quedado en un segundo plano

"Iba de estrangis a la universidad a intentar sacarme los créditos que me faltaban", explicaba Morgade, que contaba que, aunque los tres primeros años de carrera se los sacó a curso por año, cuando se apuntó a Cristina Rota, cuarto y quinto "fueron un despelote" y necesitó cuatro años para sacarse esos dos cursos.

Morgade mintió porque, en el teórico último curso, es decir, su quinto año en la universidad, dijo que ya era licenciada y tuvo que seguir "encadenando trabajos precarios para pagar las matrículas, que además valían ya 600 euros porque había suspendido ya 50 veces o directamente no se había presentado e iban pasando las convocatorias...".

"El octavo año me lo sufragué desde la vergüenza total", sentenciaba Morgade, que ha reconocido que esta información ya la ha trasladado a sus padres en alguna cena de Navidad. Afortunadamente, descuidar la carrera no le ha terminado saliendo nada mal, y hoy en día se dedica a lo que siempre le gustó: la interpretación.