Álex Márquez se queda a las puertas del doblete tras la victoria de Bezzecchi en el GP de Portugal

Marco Bezzecchi ha vuelto a levantar el puño hacia el cielo, esta vez en el exigente trazado de Portimão. El italiano firmó su segunda victoria en lo que va de 2025 con una carrera autoritaria, de ritmo constante y sin dejar espacio al más mínimo error. Desde los primeros giros quedó claro que Bezzecchi estaba dispuesto a marcar el compás, mientras Álex Márquez intentaba alcanzar un sueño que aún se le resiste: cerrar el fin de semana con un doblete entre sábado y domingo.

La parrilla eligió mayoritariamente la apuesta conservadora: neumático duro delantero y medio trasero para afrontar los 25 giros portugueses. Solo Álex Rins decidió ir por una vía distinta, montando el compuesto medio también en el tren delantero, una opción valiente que no terminó marcando diferencias.

Álex Márquez estuvo a punto de caerse

El inicio dejó el primer trazo brusco de la carrera. En la curva 2, Franco Morbidelli se fue al suelo después de varios contactos en el paquete inicial. No tardaron en llegar más tensiones: Pedro Acosta, pegado a la rueda de Márquez, estuvo a punto de perder el control de la KTM en la vuelta 2. Pero el murciano, genio y valentía en estado puro, corrigió con el cuerpo y salvó la caída como quien pisa el borde del abismo sin parpadear.

El pulso en cabeza se apretó a partir de la vuelta 5. Márquez se colocó a cuatro décimas de Bezzecchi y Acosta se situó aún más cerca del español, a menos de dos décimas. Por detrás, únicamente Pecco Bagnaia, Fabio Quartararo y Fermín Aldeguer lograban mantener un ritmo inferior al 1:39, señal de que el desgaste, la temperatura y la cautela jugaban también su propio partido.

Pecco Bagnaia abandonó tras caerse

La carrera parecía contener el aliento, esperando el primer movimiento decisivo. Lo ejecutó Fermín Aldeguer en la vuelta 9, lanzándose sobre Brad Binder con determinación. El toque entre ambos fue mínimo pero suficiente para hacer saltar el colín de la moto del sudafricano. Un adelantamiento que dejó claro que el murciano no está en MotoGP para mirar el paisaje.

El giro dramático llegó dos vueltas después. Pecco Bagnaia, que rodaba en cuarta posición y todavía con opciones matemáticas de pelear el tercer puesto del Mundial, perdió el tren delantero y se fue al suelo. El campeón quedó en la grava y, con él, gran parte de sus aspiraciones en esta temporada.

A mitad de carrera, Bezzecchi se encargó de dictar sentencia. Su ritmo en 1:38 altos fue una pared imposible de escalar para Álex Márquez, que empezó a ver cómo la distancia se estiraba hasta los dos segundos. Pedro Acosta, constante y maduro, se aseguró un tercer puesto que vale mucho más que un podio: vale confirmación. La prueba dejó un último abandono notable: Joan Mir dijo adiós por problemas mecánicos cuando aún quedaba terreno por disputar.

Y así, sin necesidad de dramatismos en las últimas vueltas, Bezzecchi cruzó la línea de meta como dueño absoluto de Portimão. Márquez, sólido, firmó un segundo puesto valioso, y Acosta volvió a subirse al podio con la naturalidad de quien se sabe parte del presente… y del futuro. Se quedó a unas pocas milésimas de Márquez. Fermín Aldeguer y Brad Binder han completado el top-5.