El abogado del novio de Ayuso desprecia el testimonio de los periodistas y acusa al fiscal general de filtrar su confesión
Gabriel Rodríguez Ramos compara el secreto profesional de los periodistas con la "penicilina" y alerta de que sirve de base para cualquier revelación de secretos

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, llega al Tribunal Supremo (TS). / Javier Lizon (EFE)

El abogado de Alberto González Amador ha acusado al fiscal general de filtrar el correo con la confesión del novio de Ayuso. En la fase de conclusiones, Gabriel Rodríguez Ramos ha señalado que "el acusado filtró el email a la Cadena SER imitando los métodos políticos para activar su relato institucional de confesión y de culpabilidad y eludir su responsabilidad posterior". En línea con el testimonio de los agentes de la UCO ha subrayado que la información que tuvo la Fiscalía General acabó después en la Cadena SER y en El País, en referencia al documento que reveló esta emisora en el que Alberto González Amador reconocía que "ciertamente se han cometido dos delitos fiscales" y a la nota de prensa que adelantó el diario de Prisa. Después borró las pruebas que estaban en su teléfono y en su cuenta de correo electrónico.
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Rodríguez Ramos ha apuntado otros indicios para culpar a García Ortiz que no se compadecen con lo que se ha declarado en el juicio. El letrado ha explicado que la fuente de la Cadena SER transmite el correo con la confesión y avanza que va a salir una nota de prensa de desmentido que solo conocían el acusado y su jefa de prensa. No trató de hablar con el abogado del comisionista hasta las 23:10 de la noche del 13 de marzo. Sin embargo, Miguel Ángel Campos declaró que no habló solo con la fuente que le reveló el correo, sino que habló con muchas fuentes y Mar Hedo reconoció que dijo a muchos periodistas que estaban elaborando una nota de prensa. Además, el profesional de la Cadena SER declaró que llamó al abogado de González Amador la tarde del 13 de marzo, pero que no le cogió.
El abogado ha despreciado el testimonio de los periodistas que han testificado que tuvieron el contenido del correo electrónico con la confesión del novio de Ayuso antes que el Fiscal General. "Pueden acogerse al derecho a no revelar sus fuentes y hay que tener cautelas especiales". Además, ninguno de ellos ha enseñado sus llamadas ni sus mensajes de esos días. En el caso del periodista de la Cadena SER que reveló el documento ha señalado que sus afirmaciones de que lo tenía antes "carecen de capacidad probatoria y dejaría impune cualquier revelación". "No tenía autorización y la obtuve después, así de sencillo, la penicilina"
Otro supuesto indicio, dice, es que Fiscalía General no ha investigado ninguna filtracion en este caso. Omite que la fiscal jefa de la secretaria técnica confirmó la apertura de la investigación que tuvo que suspender cuando se inició la causa judicial.
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En su relato, Rodríguez Ramos, ha invertido los papeles para acusar a Álvaro García Ortiz de actuar a espaldas de una subordinada, Almudena Lastra, con el objetivo de sacar la nota de prensa de desmentido de la que ha dicho que "no era necesaria para neutralizar ningún bulo" y era una estrategia de comunicación "alineada con la del Gobierno". En este sentido ha recordado las palabras del Presidente, Pedro Sánchez, y de ministros como Félix Bolaños y Óscar López llamando "delincuente confeso" a Alberto González Amador. Esta campaña "le marca y le convierte en moneda política del Gobierno de España" y conlleva "una sentencia pública de condena".
El ICAM defiende su actuación
La acusación popular que ejerce el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), ha puesto el acento en que su personación trae cuenta de que se han vestido unos hechos como una "dación de cuentas en la normalidad" cuando en su opinión, "de normalidad no tienen nada". "Habríamos hecho exactamente lo mismo si en vez de ser el 'novio de', hubiese sido la 'esposa de'", ha llegado a decir el letrado, Ignacio de Luis.
Según ha argumentado, "la cuestión es la relación causa efecto en una noche que se ha llegado a calificar como trepidante, en la que una información" que estaba protegida por "la obligación de sigilo" acabó en un medio de comunicación y al día siguiente, "publicada de forma explícita", en relación a la nota de la Fiscalía, lo que promovió, en su opinión, "un juicio paralelo".
Durante su exposición, ha cargado contra los periodistas cuyos testimonios exoneran a García Ortiz, porque es "ampararse en el secreto profesional para decir lo que a uno le venga el gana" y "no puede servir para generar espacios de impunidad".
Su tesis en cualquier caso, es que el hecho de que se filtrase el correo no quita responsabilidad a la nota de prensa. "¿Revelar lo que saben nueve periodistas y una politica en círculo cerrado, una divulgación frente a todo el mundo, no tiene ningún tipo de consecuencia de revelación de secretos?", ha planteado.
En la recta final de su alegato, ha cargado además contra García Ortiz y su "silencio selectivo" al no haber contestado a las acusaciones en el juicio. Además, ha replicado a la frase "la verdad no se filtra, la verdad se defiende" con la que el Fiscal General cerraba el miércoles su interveción. "La verdad sí se filtra y se depura a través del respeto al proceso", ha espetado, tras apuntar que será "poética" pero la frase "es maquiavélica" y contiene "un componente de autoincriminación" quizá "inadvertido" por García Ortiz.




