El fiscal del caso de la Guardia Urbana desmitifica al Monstruo de Florencia: cuando el crimen deja de ser espectáculo
¿Puede un true crime reabrir un caso? Félix Martín, fiscal de 'Si Amanece', asegura que, si contribuye a la reparación de las víctimas, puede convertirse en una auténtica herramienta de justicia
El Monstruo de Florencia: parte II
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La semana pasada descubrimos que, tras 57 años del primer asesinato del Monstruo de Florencia, a día de hoy sigue sin haber ningún condenado por las 14 víctimas que perdieron la vida durante casi dos décadas. Sin ninguna verdad definitiva, en las crónicas judiciales quedaron tres grandes hipótesis sobre la mesa: el asesino único, la banda de asesinos de mujeres y la famosa "pista sarda".
Tras examinar el caso, Félix Martín tiene su propia opinión. Más allá de la identidad del monstruo, el fiscal de 'Si Amanece' describe al asesino como un "misógino extremo" y "moralista enfermo", que era "incapaz de aceptar la sexualidad ajena sin convertirla en pecado". Se convirtió en un censor del deseo y el eco de sus crímenes transformó la vida cotidiana de Florencia. Como ocurrió en los años 70 con el mito del autoestopista en Estados Unidos, "se utilizó el miedo como herramienta de control social". El Monstruo de Florencia se convirtió en el autoestopista de Europa: "si evitas el pecado, evitas el crimen".
Martín también destaca que el especto más novedoso de la serie de Netflix, El Mounstruo de Florencia (2025), es que se aleja del espectáculo para convertirse en catarsis. Sostiene que el true crime solo cumple una función social cuando deja de glorificar al asesino y pone el foco en la reparación de las víctimas.
