Basta de fomentar la confusión
Cuánto talento fue perseguido, cuánta democracia hubiera hecho falta para superar aquellos tiempos terribles. La dictadura no fueron solo los cuatro últimos cinco años de la vida de Franco, fueron desgraciadamente treinta y seis años

Basta de fomentar la confusión
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Basta de una vez de fomentar la confusión y pretender que los españoles no sabemos distinguir ni apreciar la democracia sobre la dictadura. Lo sabemos. La inmensa mayoría lo sabemos; y en la primera ocasión en la que tuvimos para decir libremente lo que queríamos, en las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio de 1977, lo hicimos a voces, sin dudas. Los herederos del franquismo obtuvieron nada menos que 200.000 votos menos que el mismísimo Partido Comunista. Estaba perfectamente claro.
Ahora quizás las encuestas muestran que hay un porcentaje exagerado de jóvenes que creen que la dictadura no fue tan mala: lo sabrían 15 días después de que desapareciera la democracia y se encontraran con que no pueden contar lo que ven, no pueden decir lo que piensan y no pueden escribir lo que quieren. Muchas de las cosas que les gustaría hacer les llevarían a la cárcel o en el mejor de los casos a pagar una multa. ¡Ah, pero tendríamos piso y vivienda! Falso. Cuando yo era joven era impensable irse a vivir sola, sobre todo si eras una mujer. Los pisos se compartían con otras jóvenes como tú y con sueldos de miseria e intentabas ayudar a pagar la hipoteca de tus padres.
Cuánto talento fue perseguido, cuánta democracia hubiera hecho falta para superar aquellos tiempos terribles. La dictadura no fueron solo los cuatro últimos cinco años de la vida de Franco, fueron desgraciadamente treinta y seis años, treinta y seis terribles años. No hay que olvidarlo nunca.

Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...




