Los brazaletes negros que desafiaron al franquismo: "La gente se ha acostumbrado a unas libertades que han costado sangre"

Este 20 de noviembre se cumplen 50 años de la muerte de Francisco Franco y con ella el punto de inflexión que terminó para siempre con la dictadura vigente en España desde el año 1939. La Cadena SER está llevando a cabo una programación especial toda la semana rememorando cómo fue el final del régimen dictatorial en nuestro país y El Larguero ha recordado uno de los acontecimientos ocurridos por estas fechas hace medio siglo y que tiene como protagonistas a dos futbolistas del Racing de Santander.

El día 26 de septiembre del año 1975, en los últimos coletazos del régimen y con la salud de Franco cada vez peor, el gobierno siguió aplicando su política de barbarie. Aprobó en un Consejo de Ministros de manera unánime las penas de muerte de Jon Paredes, José Luis Sánchez Bravo, Anjel Otaegi, Ramón García Sanz y Xosé Humberto Beana. Todo ello amparado bajo el Decreto Ley Antiterrorista creado tan solo un mes antes.

La última larga noche del franquismo, la dictadura que murió matando

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Estas sentencias provocaron un fuerte descontento en toda España, que se preparaba para un paso definitivo hacia la democracia, y que demostraba su fuerte compromiso con la oposición a este tipo de medidas del terror. Sergio Manzanera y Aitor Aguirre, dos futbolistas del Racing de Santander, pudieron sintonizar la señal de Radio España Independiente e informarse de la terrible actualidad que estaba sucediendo en España. Su cercanía ideológica provocó el nacimiento de una bonita amistad, que se demostró poco tiempo más tarde, justo después del fusilamiento de las últimas víctimas del franquismo.

El Racing de Santander se enfrentaba al Elche en los Campos de Sport de El Sardinero poco tiempo después de los fusilamientos y a pesar del peligro que acarreaba cualquier desafío al régimen, Manzanera y Aguirre decidieron protestar en el verde en contra del gobierno franquista portando un brazalete negro en sus mangas, más concretamente, uno de sus cordones negros atados en este espacio de la camiseta. Así lo expuso El Diario Montañés: "Los jugadores ya están preparados y el ruido de los tacos ametralla el suelo de los vestuarios. Los Campos de Sport esperan a los dos equipos. El entrenador local, José María Maguregui, está a punto de arengar a sus muchachos para que salgan aguerridos al terreno de juego. Dos de ellos, Aitor y Sergio, se intercambian miradas cómplices y en una esquina, como escolares que fuman un pitillo en la clandestinidad, se atan mutuamente sendos cordones de bota en la manga".

La reacción del campo no fue para nada cómplice, sino todo lo contrario. El Sardinero pitó a ambos futbolistas durante todo el partido y de nada sirvió los goles y asistencias de las que los dos jugadores fueron protagonistas. Sin embargo, lo peor ocurrió al descanso. La Policía recibió a los dos futbolistas del Racing y les exigió que se quitasen los cordones de las mangas o se tendría que ir a prisión. “O se quitan ahora mismo esos brazaletes o ustedes no salen en el segundo tiempo, se vienen con nosotros a comisaría”, les avisaron. A pesar de que hicieron caso a las autoridades, al día siguiente fueron trasladados a dependencias policiales, donde el gobernador civil de Santander les impuso una multa por alteración del orden público de 300.000 pesetas a cada uno. A partir de ese momento, Manzanera y Aguirre serían señalados y amenazados por grupos de ultraderecha.

Con la muerte de Franco, el régimen comenzó a desmoronarse, dando lugar a la democracia. Hoy, 50 años después, se rememora y se celebra el final de la dictadura y franquista. Y además, se homenajea a valientes opositores a la barbarie como Sergio Manzaneras y Aitor Aguirre, que a pesar de ir en contra de su propia afición, defendieron sus ideas y 'El Larguero' se ha acordado del último desafío al franquismo por parte del fútbol.

La entrevista a uno de los protagonistas en El Larguero

Sergio Manzanera, en El Larguero

¿Cómo surge la idea? "Somos los dos únicos que llevamos ese brazalete después de decidirlo la noche anterior. Lo único que se nos ocurrió para llamar la atención y denunciar lo que había pasado, fue poner los cordones en las mangas. Justo antes de salir al campo, nos quedamos retrasados y en el último momento se lo puse a Aitor y él me lo puso a mí. Lo hicimos así a escondidas y sin que nos viesen, porque si lo llegamos a hacer delante de los demás, seguramente el entrenador o el presidente no nos hubiesen dejado. Solamente lo sabía un jugador más que fue suplente finalmente".

¿Qué pasó al descanso? "La gente no se enteró mucho, pero sí unos policías. El delegado del gobierno mandó a la policía al túnel de vestuarios y nos dijeron que o nos quitábamos los cordones o no saldríamos a jugar. No tuvimos inconveniente en quitárnoslos porque ya habíamos llamado la atención y seguimos jugando".

¿Y al día siguiente? "Fuimos a la comisaría y nos metieron en dos habitaciones diferentes. Nos dijeron que por qué lo habíamos hecho. Con Aitor lo entendían porque era vasco, pero le extrañaba que yo siendo valenciano lo hiciese también. Me acordé de la muerte de un expresidente del Racing de Santander y aproveché para decirles que nos pusimos los cordones en su honor después de ver su esquela en el periódico, pero no se lo creyeron. Nos pidieron 5 años de prisión. Tuvimos suerte porque en ningún momento fuimos detenidos".

¿Qué les dices a aquellos que defienden que en la actualidad hay menos libertades que en el régimen franquista? "Es terrible y una mentira muy grande pensar que ahora tenemos menos libertades que en el franquismo. La gente que vivió esa época sabe que no había libertades, como libertad de reunión. Toda esa gente que lo dice, en aquella época, no lo podría haber dicho. Si dijeses Pedro Sánchez es un hijo de puta a saber lo que te podían hacer en el pasado. No tenías derecho de manifestarte, todo era silencio, eso no es cierto. La gente se ha acostumbrado a unas libertades que han costado mucha sangre y muertos. Hay que recordar la historia y los errores para no volver a repetirlos".