Manuel Burque señala la mayor incongruencia sobre la religión: "No lo entiendo, la verdad"

Madrid

Manuel Burque ha comenzado el último programa de Me pasa una cosa con un alegato por los 50 años de democracia. El presentador señaló que parece que "ahora los jóvenes son más conservadores", no todos, pero para el tinerfeño "la tendencia es ser de ultraderecha, idolatrar la dictadura y ser muy religiosos".

El cómico ha enfatizado en que a él, hoy por hoy, le cuesta un poquito "renunciar a los derechos humanos de un día para otro, pero lo de ser religioso a lo mejor sí", porque, asegura, no se quiere "quedar atrás".

Decidirse por una religión

Burque ha confesado que es ateo y no cree en Dios, aunque en su intento por tener fe le preocupan varias cosas. "Primero, en qué Dios creo porque hay muchos: está el católico, el Dios judío, el Dios musulmán, hay 330 millones de dioses hinduistas. ¿Por cuál me decido?", se preguntaba el cómico.

El tinerfeño ha admitido que, en su opinión, tiene que "haber un solo Dios" y no considera que pueda existir "un olimpo con muchísimos dioses compitiendo a ver quién tiene más creyentes". Por ello, aseguraba Burque, "hay que decidir bien, no te puedes equivocar, porque no vaya a ser que te pases la vida poniéndote ciego a jamón serrano y al final eso sea un ticket al infierno".

Cumplir lo que Dios espera

Además, de esta decisión a Burque le agobia muchísimo "el tema de cumplir lo que Dios espera" de él, "precisamente para no ir al infierno". El tinerfeño se ha puesto en la situación de que elige creer en el cristianismo, y "a lo mejor lo de ser un poquito xenófobo a escondidas no vale, porque Dios está en todas partes, es omnisciente, y te va a pillar. Y llámame loco, pero odiar a los extranjeros diría que es un pecado", argumentaba el cómico.

Por último, Burque señalaba que, en caso de rendirse a la cultura católica por completo, le desconcierta una cosa y es que "lo más importante antes de portarte bien es tener fe en Dios, es decir, un ser omnipotente, omnipresente y omnisciente pero al cual le agobia que no creas en él. No sé, relájate, empodérate, que has creado el mundo en siete días, qué más da lo que piense la gente de ti", espetaba con humor Burque, que reflexionaba sobre la idea "del libre albedrío", por el cual las personas tienen la potestad de creer o no creer.

Burque ha terminado mandando a Dios al psicólogo para que aclare sus ideas, y de esta forma el tinerfeño podrá elegir de una vez si creer o no creer.