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Tribunales

Un magistrado emérito del Supremo asegura que "la imparcialidad del tribunal queda severamente cuestionada" tras la condena al fiscal general

Joaquín Giménez analiza en 'Hoy por Hoy' las claves de la condena a García Ortiz

"Cuando hay un bulo acreditado, tienes que desmontarlo, y eso es labor de la Fiscalía": Joaquín Giménez, magistrado emérito del Supremo

Madrid

La condena al fiscal general del Estado ha sacudido a la Justicia y la política y divide al Supremo. Hasta que no se conozca la sentencia en su integridad, no se sabrán los motivos por los que Álvaro García Ortiz ha sido condenado por revelación de secretos: "Un fallo vale lo que valga la fundamentación y no la conocemos. Lo que es evidente es que un fallo no puede justificarse un acto de fe en la creencia de un poder divino o mágico que determina quién es el autor y quién no es", señala Joaquín Giménez, magistrado emérito del Tribunal Supremo.

Giménez considera que "la imparcialidad del tribunal queda severamente cuestionada" ya que "los cinco magistrados que admiten la querella son los cinco que juzgan, por lo que de alguna manera han prejuzgado". Además, destaca el hecho de que haya habido un cambio en el objeto del proceso, que era la nota informativa: "Pero el tribunal dice la que la nota no pero sí estos documentos que vienen. Esto supone un cambio en el proceso sorprendente que es una iniciativa que lesiona de una manera grave la imparcialidad del tribunal, sentencia.

Un magistrado emérito del Supremo asegura que "la imparcialidad del tribunal queda severamente cuestionada" tras la condena al fiscal general

El magistrado analiza las dos prueba de cargo que se ha practicado durante el juicio: "Una prueba documental que es una pesca de arrastre de libro, cuya desproporción desborda por todos lados, y luego una prueba testimonial con los testimonios de periodistas relevantes que se acogen a su secreto profesional y testimonio de cargo que es la fiscal de la Comunidad de Madrid que ha manifestado una enemistad con el fiscal anterior al proceso", apunta, por lo que cree que la veracidad de ese testimonio "es, por lo menos, cuestionable".

En cuanto al testimonio de los periodistas, recuerda que el secreto profesional es un derecho recogido en la Constitución: "Si no se han creído esos testimonios, ¿es que han mentido? Es muy fuerte decirlo".

"Cuando hay un bulo acreditado, tienes que desmontarlo, y eso es labor de la Fiscalía"

Se especula sobre si la argumentación de la sentencia puede girar en torno al envío de la nota de prensa de la Fiscalía de Madrid para desmontar el bulo compartido por Miguel Ángel Rodríguez. Un comunicado en el que se compartían ciertos datos sobre el novio de Ayuso que han sido el motivo de la denuncia. "Cuando hay un bulo acreditado tienes que desmontar ese bulo y lo tiene que hacer la Fiscalía porque es el garante del interés público. Tiene legítimos derechos desde el propio estatuto para desmontar ese bulo y hay que dar datos objetivos. El fiscal, con buen criterio, acredita que ese bulo es falso con datos reservados que han motivado la condena. Es una contradicción", señala el magistrado emérito, que justifica que se compartieran esos datos que acreditaban que esa información que se estaba publicando era falsa. "Es un círculo vicioso, es la pescadilla que se muerde la cola", lamenta.

Por último, deja una última reflexión en el aire: "Si el fiscal general hubiera dimitido a lo largo de la instrucción, ¿se habría dictado sentencia condenatoria?"