Ciencia y tecnología

Probamos la ROG Xbox Ally X: potencia bruta para disfrutar donde quieras de los juegos más exigentes del mercado

La colaboración entre ambas marcas permite un gran salto adelante

Así es la ROG Xbox Ally X. / ROG

Madrid

En julio de 2023, ASUS presentaba en sociedad su ROG Ally. Una consola portátil, con alma de ordenador, que nacía con el objetivo de meterse de lleno en una lucha cada vez más apasionante por hacerse con el trono de las videoconsolas portátiles. Lejos de conformarse con esa primera edición, y después de escuchar a su comunidad, la compañía lanzaba una segunda versión mejorada para la que tenían en cuenta los consejos de sus jugadores. Todo ello con la intención de mirar de tú a tú a otros gigantes del sector. Desde entonces, la máquina de ROG se ha convertido en una de las grandes alternativas a la Nintendo Switch y otras opciones del mercado como puede ser la Steam Deck.

Más aún desde el pasado 8 de junio, cuando Microsoft anunciaba durante el Xbox Games Showcase el lanzamiento de dos nuevas consolas portátiles en colaboración con ASUS. Hablamos sobre las nuevas ROG Xbox Ally y la ROG Xbox Ally X. Y no, no son unas ROG Ally X decoradas con alguna que otra pegatina de Xbox para justificar esta alianza. La compañía ha introducido cambios de lo más interesantes con el objetivo de convertirse en la Xbox portátil definitiva:

Diseño continuista, pero novedades importantes

A simple vista, la ROG Xbox Ally X es idéntica a la ROG Ally X que probamos el año pasado. Los materiales empleados para el cuerpo de la videoconsola son los mismos, la pantalla de siete pulgadas es idéntica a la del modelo de 2024 y la distribución de botones se mantiene. No obstante, la compañía ha incluido una serie de novedades que favorecen la ergonomía y la experiencia de juego.

La nueva consola cuenta con una curvatura ligeramente más pronunciada en las palmas. Para que te hagas una idea, la compañía ha intentado replicar la silueta exacta del mando de Xbox Series, lo que garantiza un mejor agarre de la videoconsola. Algo que nos vendrá genial si tenemos en cuenta que es una máquina bastante pesada. Si la Rog Ally X que probamos el año pasado pesaba 678 gramos, esta nueva versión alcanza los 715 gramos. Y como el peso puede llegar a ser un gran problema si eres de los que se pueden pasar horas y horas jugando de forma continua, las compañías han optado por ofrecer una mayor ergonomía para distribuir mejor el peso del dispositivo. Pero sí que es verdad que en sesiones largas puede llegar a cansar en los brazos.

Por otro lado, la compañía ha sumado un segundo puerto USB-C en la parte superior de la consola. Un cambio, a priori menor, pero que puede ser de gran utilidad si quieres cargar tu consola y al mismo tiempo usar gafas de realidad aumentada o un disco duro externo. ¿Y no hay ningún guiño a Xbox a nivel de diseño? Sí, el primero y más llamativo tiene que ver con el botón de menú, en el que se incluye por primera vez el logo de Xbox. Por otro lado, la serigrafía de los botones A, B, X e Y pasan a tener los colores clásicos de Xbox (verde, rojo, azul, amarillo). Por último, en el grip antideslizante trasero encontramos pequeños logotipos de Xbox repartidos por todo el cuerpo de la consola. Por lo tanto, a simple vista es prácticamente un calco al modelo anterior, pero las novedades son más que interesantes para favorecer la experiencia de juego.

Un sacrificio necesario

Uno de los puntos débiles de la ROG Xbox Ally X yace en su pantalla. A pesar de que estamos cada vez más cerca de entrar en el año 2026, la compañía ha vuelto a apostar por una pantalla táctil IPS de 7 pulgadas con resolución Full HD y una tasa de refresco de 120 hercios. Una configuración con la que se queda por detrás de su competencia más directa, pues tanto la Steam Deck como la Nintendo Switch OLED montan una pantalla OLED.

En resumidas cuentas, le pasa exactamente lo mismo que a la Nintendo Switch 2, que ha llegado al mercado con un panel un tanto desfasado para la época en la que vivimos. Pero lo de la ROG Xbox Ally X es todavía más sangrante si tenemos en cuenta que estamos ante una videoconsola de 899 euros, por lo que se espera una estructura todavía más premium respecto a la consola de Nintendo. A pesar de que la experiencia de juego es buena, no está al nivel de la que podemos disfrutar en una Steam Deck OLED, por ejemplo, pues los negros de la ROG Xbox Ally X no son tan negros como en la máquina de Steam y el contraste de los colores no es equiparable al de estas consolas con paneles OLED.

Pero no todo iban a ser malas noticias. El hecho de que no cuente con una pantalla OLED es una faena, pero al menos cuenta con Variable Refresh Rate (VRR) gracias a la tecnología AMD FreeSync Premium. ¿Qué quiere decir esto? Que la consola puede mover los juegos más exigentes del mercado de una manera más fluida que la competencia. Algo fundamental si tenemos en cuenta que los fotogramas por segundo (FPS) fluctúan mucho en la videoconsola de Windows. Durante nuestras pruebas, en las que hemos jugado al Cyberpunk 2077 y al EA Sports FC 26, los FPS se mantienen estables en todo momento y la experiencia es superagradable. Por lo tanto, el resultado final es positivo, pero echamos en falta un panel OLED a la altura de una consola de 900 euros.

Potencia bruta desde el minuto uno

Al encenderla por primera vez, la videoconsola nos recibe con una nueva interfaz, bautizada como Xbox Full Screen Experience, en la que podemos encontrar todos los juegos que tengamos en las distintas tiendas de videojuegos. Una pantalla de inicio, tan simple como efectiva, que nos invita a jugar directamente a nuestros títulos favoritos y a olvidarnos de todo lo demás. De esta manera, la experiencia es muy similar a la de encender una Xbox y no tanto a la de un ordenador con sistema operativo Windows.

La gran mejora de la ROG Xbox Ally X respecto a su antecesora reside en su interior. La videoconsola estrena procesador, el AMD Ryzen AI Z2 Extreme, e incluye 24 GB de memoria RAM para que podamos jugar a los títulos más exigentes del mercado sin sufrir tirones. De esta manera, la ROG Xbox Ally X se convierte en la videoconsola portátil más potente del mercado, superando con creces tanto a la Steam Deck como a la Nintendo Switch 2. Un gran punto a favor si eres de los que quieren disfrutar de la experiencia más premium durante tus partidas, porque podrás disfrutar de títulos tan exigentes como el Cyberpunk 2077 en calidad gráfica alta y sin sufrir ningún tipo de problema.

Algo que te vendrá de perlas para disfrutar tanto de los videojuegos del Xbox Game Pass como los que hayas ido adquiriendo en otras tiendas como Steam y Epic Games durante estos últimos años. No tendrás que preocuparte de las limitaciones de la consola a nivel de potencia porque la máquina te garantiza que podrá con todo lo que le eches encima desde el primer minuto. Y creemos que es la mayor ventaja de esta videoconsola, pues podrás jugar a cualquier juego, donde quieras y con la mayor calidad posible.

Y el segundo punto fuerte de la ROG Xbox Ally X reside en su autonomía. Todo ello gracias a una enorme batería de 80Wh con la que podrás pasarte horas y horas jugando a los videojuegos más exigentes del mercado. En títulos AAA, como el anteriormente citado Cyberpunk 2077, podrás pasarte hasta cuatro horas jugando sin tener que pasar por el enchufe. De esta manera, supera con creces tanto a la Steam Deck como a la Nintendo Switch 2 en lo que a autonomía se refiere.

La ventaja añadida del Bullwark Dock

Si quieres disfrutar de la experiencia completa, ASUS pone a tu disposición la ASUS ROG Bulwark Dock, que se vende por separado. Una base, similar a la de otras videoconsolas como la Nintendo Switch, que te permitirá transformar esta videoconsola en un ordenador de sobremesa funcional. Pero hay una gran diferencia entre esta base y las demás: los materiales empleados durante la construcción. Mientras que la de la Nintendo Switch es de plástico, la Bullwark Dock está fabricada en un cuerpo de aleación de metal con una base antideslizante pesada para garantizar la estabilidad de la consola.

El dock se vende por separado. / ROG

En la parte trasera del dock nos encontramos un total de siete puertos. Desde un HDMI 2.1 para conectarla a la televisión hasta tres puertos USB-A 3.2 para que puedas añadirle teclado, ratón y unos auriculares dongle y un puerto Ethernet 2.5G. Por lo tanto, una configuración pensada para reconvertir la videoconsola en un ordenador funcional para que puedas disfrutar de tus videojuegos favoritos de una forma mucho más pausada.

Lo que más nos ha gustado de este complemento es que cuenta con su propio sistema de ventilación activa para disipar el calor del chasis de la consola. Un punto a favor si eres de los que juegan horas y horas a los títulos más exigentes, pues podrás disfrutar de una experiencia sin cortes mientras mantienes la salud de tu videoconsola intacta.

Conclusiones: disfruta de la potencia bruta en cualquier sitio

La ROG Xbox Ally X supone un gran salto adelante respecto a su antecesora en todos los niveles. La alianza entre ASUS y Xbox es patente desde la primera vez que encendemos la videoconsola gracias a este derroche de potencia a todos los niveles que te permitirá disfrutar de tus títulos favoritos donde quieras e incluso de contar con un ordenador de sobremesa de lo más funcional si eres de los que van a adquirir el Bullwark Dock por separado.

Lo que menos nos ha gustado es que no disponga de una pantalla OLED. A pesar de que entendemos por qué lo han hecho, creemos que una videoconsola que sale al mercado por 900 euros debería ser capaz de dar el salto a ese nuevo nivel que la convertiría en la consola definitiva. También el hecho de que sea tan pesada, pues no podrás pasarte horas y horas jugando a tus títulos favoritos sin acabar cansándote de tenerla entre tus manos. Por lo demás, es una consola sobresaliente que se convierte en la gran rival a batir para todas las que vendrán después. ¿Lo conseguirán?

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...