Economía y negocios

La 'generación inquilina' deja de ser solo joven: "Estoy prejubilado y en los últimos diez años he pasado por seis casas"

Un estudio del IDRA advierte de que la precariedad económica de los inquilinos y la opacidad del mercado del alquiler, amenaza con disparar la desigualdad socioeconómica

La 'generación inquilina' deja de ser solo joven

Madrid

Ni pueden comprar, ni esperan heredar. Ser inquilino no es sinónimo de ser joven. La mayor parte de la población que vive de alquiler en las grandes ciudades está compuesta por adultos de entre 30 y 65 años. Es una de las principales conclusiones del informe El auge del rentismo y la factura urbana global que ha publicado este miércoles el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), que advierte de cómo la crisis de acceso a la vivienda puede disparar la desigualdad socioeconómica en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Lisboa y Buenos Aires.

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En el caso de la capital de España, ya hay más inquilinos que tienen entre 35 y 64 años —53% del total—, que menores de 34 años —36% del total—. Algo parecido ocurre en Barcelona, donde el 45% de quienes viven de alquiler forman parte del primer grupo.

Es el caso de Marcelo, de 60 años, que está prejubilado y destina más del 70% de sus ingresos al pago de su alquiler en Madrid. "En los últimos diez años he tenido seis viviendas. Ya no busco una casa que me guste, sino una que me pueda pagar", explica. "No tenemos nada fijo en cuanto al techo que tenemos ahora mismo y eso nos hace vivir en la incertidumbre", añade.

En Madrid y en Barcelona, este grupo de personas en alquiler han experimentado un "aumento acelerado", según el IDRA. En Buenos Aires, por ejemplo, la población inquilina se ha triplicado desde 2001 y en la capital portuguesa, esté grupo ha comenzado a crecer a partir de los años de la pandemia después de décadas de descenso.

Ni pueden comprar, ni esperan heredar

El informe evidencia que la población inquilina tiene muy pocas opciones de dejar de serlo. En las cuatro ciudades analizadas, 7 de cada 10 inquilinos asegurar no poder comprar una vivienda y en torno al 75% tampoco espera heredar ninguna. Entre los pocos afortunados que recibirán una, lo serán todavía más quienes no tengan que compartirla: solo el 7% de los inquilinos espera recibir una propiedad de la que será el único heredero.

El análisis del IDRA alerta de que detrás de este problema de acceso no solo está la precariedad económica y los precios elevados, sino de que "los hogares inquilinos compiten con inversores con la adquisición de vivienda". En Barcelona (40,3%) y en Madrid (32,2%), las compras al contado tuvieron un peso importante sobre el total. En Buenos Aires, por ejemplo, solo el 10% de las compraventas tuvieron detrás créditos hipotecarios.

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"Aquellos que tradicionalmente se hubieran podido comprar su primera casa, se ven obligados a vivir de alquiler y transferir una parte muy grande de sus ingresos a quienes concentran cada vez más propiedades", explica a la SER Jaime Palomera, uno de los autores del informe del IDRA.

Inquilinos nómadas: una de cada tres mudanzas son involuntarias

La inestabilidad de los contratos de alquiler, las subidas de precio y las presiones que se sufren en un mercado residencial opaco, está dando alas ala falta de protección de los inquilinos, según el informe de IDRA. En torno a 6 de cada 10 llevan menos de cinco años en su vivienda actual y al rededor de un tercio de los inquilinos que se han mudado en las ciudades analizadas lo han hecho de forma involuntaria.

Aunque en torno a un tercio de los inquilinos tienen que soportar una carga elevada en su pago mensual por la vivienda (es decir, destinar más de la mitad de su sueldo), el informe desmonta el bulo de la 'inquiokupación': en Barcelona, por ejemplo, solo el 7% de los inquilinos se atrasaron en el pago de su mensual. Lo que no quiere decir que no paguen.

Pablo Anzola

Redactor en la Sección de Economía de la SER....