Mariola Urrea carga contra Mazón: "Él y su acompañante no han dicho la verdad nunca, son dos arquitectos de la mentira"

Madrid

Un nuevo dato vuelve a cuestionar las versiones ofrecidas por Carlos Mazón y la periodista Maribel Vilaplana sobre la tarde del 29 de octubre de 2024, cuando la DANA que arrasó la provincia de Valencia dejó 229 víctimas mortales. Un cargo de 15,10 euros realizado en la tarjeta de Vilaplana demuestra que retiró su vehículo del aparcamiento a las 19:47 horas, una hora después de lo que declaró ante la jueza, cuando aseguró que habían salido del restaurante El Ventorro hacia las 18:45 y que tardaron "cinco o diez minutos" en llegar andando al parking.

Lo ocurrido entre las 18:45 y las 19:45 continúa sin explicación clara. Aunque el parking se encuentra a solo 800 metros del restaurante, transcurrió prácticamente una hora hasta que la periodista recogió su coche, mientras Mazón permaneció incomunicado entre las 19:10 y las 19:36. Vilaplana primero dijo que se despidió de Mazón a las 17:45; más tarde admitió que había sido una hora después; y hace un mes se filtró que el president la acompañó al aparcamiento. Mazón, por su parte, afirmó inicialmente que se marchó al Palau a las 17:00, después retrasó la hora hasta las 18:00, y en febrero una imagen reveló que no entró en el CECOPI hasta las 20:33. Y según el diario Levante-EMV, fue Vilaplana la que llevó al president al Palau, contradiciendo lo dicho por Mazón en el Congreso.

En El Abierto de Hoy por Hoy, Mariola Urrea ha sido contundente al valorar el nuevo dato y las contradicciones acumuladas. Ha recordado la rapidez con la que se exigieron explicaciones a Cristina Cifuentes por el caso de las cremas que llevó a dimitir a la expresidenta madrileña y ha contratado esa actitud con el blindaje al president en funciones: "Se dio mucha más prisa con Cifuentes para desvelar qué hacía. En el caso de Mazón, la mentira la han sostenido durante más de un año".

Urrea ha insistido en que el president y Vilaplana han ofrecido versiones incompatibles: "Mazón y su acompañante no han dicho la verdad nunca y no han tenido ningún complejo en inventar una y mil versiones en sede parlamentaria". Ha añadido que Vilaplana actuó "con mucho menos cuidado en sede judicial, lo que le puede acarrear alguna responsabilidad por falso testimonio".

Para la analista, la clave es el propósito: "Hablamos de dos arquitectos de la mentira que lo han hecho con un objetivo único: tapar sus vergüenzas". Y ha ido aún más allá: "Hoy estamos hablando de puro cinismo, de generar una versión alternativa a los hechos".

Según Urrea, "todo lo que se imaginaba desde el principio sobre qué estaba haciendo Mazón ese rato es, probablemente, la versión más próxima a la realidad".